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"Todo por el afán de ponerse frente a la playa", advierte el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Urbano, Dr. Eduardo Battlori.
"Todo tiene un precio y la gente que quiere tener su casa muy cerca del mar para tener la visión de estar en Miami, Florida, pagará uno muy alto, pues su construcción no sólo se encuentra en mayor riesgo de ser destruida por futuros huracanes o tormentas, sino que en cualquier momento puede convertirse en propiedad federal", advirtió Battlori Sampedro.
Agregó que aunque desde el huracán Gilberto se prohibió construir en la primera duna de la costa, la gente ha hecho caso omiso y sigue construyendo en ella sin medir las consecuencias a las que expone su patrimonio.
En amable entrevista con Artículo 7, el Dr. Eduardo Battlori explicó que al construir en la primera duna de las playas el mar va "jalando" la arena que se encuentra en esa duna, por lo que esto ocasiona que la casa se derrumbe.
—Hay varias casas tiradas en Chelem y Yucalpetén lo que ves son únicamente escombros de los predios que fueron destruidos desde el huracán Gilberto.
Añadió que otra cosa que la gente no toma en cuenta al momento de construir un predio muy cerca de la playa es que cuando hay tormenta o mal tiempo el mar puede levantarse en olas de hasta cuatro metros.
—¿Queremos un desarrollo tipo Cancún donde ya no hay playas por el abuso que se hizo de ellas al construir y en las cuales se tienen que invertir hasta $200 millones de pesos para tratar de rellenarlas y manternerlas? Espero que no y que recapacitemos a tiempo.
Destacó que otro peligro es que la línea máxima de inundación, ubicada a 20 metros del mar hacia la playa, es propiedad federal, pero que si el mar se "come la playa", los 20 metros podrían incluir la casa ubicada en sus cercanías, por lo que al ser ésta parte de la zona federal, el propietario ya no tendría derechos sobre su vivienda.
A propósito, ¿qué ha pasado con el ordenamiento de la costa que regula este tipo de acciones?
—Ha estado en consulta desde julio de 2008. Se han hecho talleres al respecto y se ha recogido una gran cantidad de sugerencias, especialmente para modificar los límites de gestión ambiental. También para extender las zonas de protección de San Crisanto y crear una zona urbana en Santa Clara, que no existe.
¿Qué ha pasado con el "numeral 19" que prohibe construir en la primera duna? ¿Lo están aceptando?
—Se está discutiendo. Hay quienes no están de acuerdo y por eso les recordamos que hay otra opción, que es el numeral 20, que permite construir sobre pivotes. Pero no es tan fácil ya que nos piden que tomemos en cuenta otros puntos como por ejemplo, el tamaño de la duna y de la construcción, la existencia o no de la vegetación, el ancho de la playa y si ésta está demasiado erosionada.
Entonces, ¿aún no hay acuerdo como tal?
—No ha quedado aún. Esperamos que a fin de año ya tengamos listo todo lo relacionado con el ordenamiento costero. La última palabra la tendrá el órgano ejecutivo.
¿Qué sucede mientras tanto?
—Se respeta el numeral 19 —de no construir sobre la primera duna. Aunque hay lugares como Chicxulub y Uaymitún donde se pueden construir, por ejemplo, hoteles en la zona urbana de esos lugares.
Por otra parte, el Dr. Eduardo Battlori dio a conocer que están a la espera, desde el año pasado, de la respuesta de la Semarnat sobre la propuesta que hicieron a la dependencia para el rescate de playas, que se haría en conjunto y cuya inversión ascendería a unos $17 millones de pesos.