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A la Sociedad Civil de Yucatán
Al C. Felipe Calderón Hinojosa
Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos
A la C. Ivonne Ortega Pacheco
Gobernadora Constitucional del Estado de Yucatán
¿Que pensaría usted si le asesinan a su hija y a su nieto que viene en camino, grotescamente atentan contra el honor de ella después de muerta y además intentan involucrar a otro de sus hijos en el crimen, cruelmente no respetan el dolor de su familia y le tratan a usted como a un criminal y no como a un familiar doliente y agraviado?
Hace año y medio asenté en el único comunicado en el que mi familia y yo nos pronunciamos para aclarar información distorsionada, nuevamente me dirijo a ustedes para manifestar que: "soy el más interesado con mi esposa y mis hijos en llegar a la verdad" y "soy el más interesado en que se castigue con el mayor peso de la ley a quien nos arrebató cruelmente a nuestra querida hija Rosita".
Siento coraje e impotencia al ver como el proceso que se lleva por el asesinato de mi hija se encuentra plagado de irregularidades que impiden que se llegue a la verdad. Como familiar doliente, prevengo a la sociedad del manejo desaseado y sin escrúpulos del caso en particular por parte del subprocurador Rafael Acosta Solís y del jefe policíaco Luis Felipe Saidén Ojeda. Lo que le ha sucedido a mi familia, puede sucederle a cualquiera, y los hago responsables de cualquier otro daño moral o físico a mi familia y a mi persona.
Acuso a personas que aprovechándose de su posición dentro de la Procuraduría General del Estado de Yucatán han distorsionado hechos y omitido pruebas que llevan a la verdad tales como:
Denuncio los ataques y manipulaciones de los que hemos sido víctimas mi hija Rosi, mi familia y yo, siendo blanco de expresiones calumniosas por parte del Procurador que han atentado contra el honor de mi hija muerta:
Alerta Sra. Gobernadora, usted prometió no hacerse de oídos sordos ante los casos de corrupción de malos funcionarios.
Escúcheme y concédame la audiencia que en dos ocasiones le he solicitado.
Quiero terminar haciendo la misma pregunta con la que comienzo este escrito a quienes nos conocen desde hace años a mí, a mi esposa y a mis hijos: ¿Que pensaría usted si le asesinan a su hija y nieto que viene en camino y la propia autoridad de manera inimaginable y atroz atenta contra el honor de ella después de muerta, intentan involucrar absurdamente a otro de sus hijos en el crimen, no respetan el dolor de su familia y le tratan a usted como a un depravado y criminal?
Atentamente,
Doctor Ernesto Arceo Mendicuti
Rosa María Arceo Albrand
Ernesto Arceo Ochoa