"Dos veces le pedí cita en persona a la gobernadora"

La gobernadora de Yucatán se niega a oír al Dr. Arceo Mendicutti en un vuelo semi vacío, con tiempo suficiente para los 10 minutos que el padre de la joven asesinada le solicitaba.

Entre las últimas irregularidades detectadas en el caso que se le sigue a Wafé Kuri Torre, acusado por la PGJ de Yucatán de la muerte de su esposa Rosa María Arceo Ochoa, se encuentran tres declaraciones ministeriales de policías que obran en el expediente, pero cuyos firmantes niegan haber hecho, manifestó el Dr. Ernesto Arceo Mendicuti, padre de Rosa María, en entrevista concedida a Artículo 7.

Dr. Ernesto Arceo Mendicuti: "no me recibe la gobernadora.

"Los policías afirman que las supuestas declaraciones hechas por ellos en realidad sólo se las dieron para firmar", comentó el doctor Arceo.

En un documento un policía dice que "sólo se lo dieron para firmar". En otro documento, donde un policía firma haber visto la pistola y los casquillos, declara ante la juez que no entró a la recámara y que ni siquiera a la casa. Un tercer documento con membrete de la policía y foliado y que supuestamente contiene el nombre y la firma de un policía, el supuesto firmante niega que sea su firma. Son tres documentos de la policía del estado que fueron elaborados con contenidos falsos. Esto ya está asentado ante la juez Rubí González Alpuche, del séptimo juzgado penal.

—Otro dato de relevancia en el caso es lo que declaró el velador de enfrente de la casa de mi hija que coincide con el resultado del análisis del GPS proporcionado por la Secretaría de Seguridad Pública. El velador declara que en dos ocasiones se le acercó el policía Rolando Escamilla Alpuche —que manejaba la camioneta antimotines 1872 y que es acusado por mi yerno Wafé de haber sido quien mató a mi hija— y le preguntó que en dónde estaba el jefe —en referencia a Wafé. Yo me pregunto: ¿por qué Escamilla Alpuche quería saber dónde estaba mi yerno? Simplemente porque lo estaba venadeando, —concluye el Dr. Arceo.

—Estamos esperando que la juez permita que se abra la casa para que los peritos de la Procuraduría, los de la defensa y los míos (coadyuvancia) puedan entrar a tomar sus pruebas y después se realice la junta de peritos.

Informes proporcionados por el juzgado séptimo de lo penal refieren la renuncia del perito forense Arturo Pérez Vidal, contratado por usted. ¿Cuál fue el motivo de su renuncia?

—No tengo conocimiento del motivo. El perito ya me notificó su renuncia pero no hemos platicado a fondo sobre los motivos.

¿Obtuvo alguna respuesta del gobierno del estado después de la publicación del remitido que salió en varios periódicos?

—Absolutamente ninguno. Mi familia y yo estamos tratando de buscar algún contacto con la gobernadora pero hasta el momento no se ha dado. Nunca nos ha querido recibir.

¿Ha intentado por algún medio ponerse en contacto con la gobernadora?

—He tenido dos contactos personales. El primero fue el año pasado, unos días antes de la semana santa. Me encontraba en casa de mis consuegros. Ellos viven enfrente de la casa del diputado federal Lic. Emilio Gamboa Patrón. Por azares del destino la gobernadora había acudido a casa de Gamboa Patrón. En el momento que ella se retiraba de la casa, yo la veo y salgo corriendo para hablar con ella. La abordé en medio de la calle y en presencia de Emilio Gamboa le solicité un cita para una audiencia: "gobernadora soy el doctor Ernesto Arceo Mendicuti, papá de la que mataron en Montebello. Quisiera que me dé una cita para platicar con usted."

—La gobernadora me contestó que me buscarían después de la semana santa para darme la cita, cosa que hasta la fecha no se ha dado. Emilio Gamboa Patrón es testigo de ese hecho.

—La segunda oportunidad que tuve de hablar con la gobernadora y solicitarle la cita, fue viniendo de la Ciudad de México en un vuelo que estaba casi vacío. Ella venía en la parte delantera del avión y yo en la trasera donde no había gente. Noté que se le cayó un cubierto y me acerqué a recogerlo y a dárselo. Le dije: "gobernadora ¿se acuerda de mi?". Ella me contestó que no. Me presenté y le pedí que me diera diez minutos en la parte trasera del avión para conversar sobre el asunto de mi hija. Ella se negó rotundamente alegando que no era de su incumbencia, que no tenía nada que platicar y que no se podía meter en el caso.

—Se ha rehusado a hablar conmigo hasta la fecha.

En el supuesto que la gobernadora lo recibiera, ¿qué le solicitaría?

—Que el proceso sea justo, que se investiguen las falsedades en los documentos y sobre todo el origen de todo esto y se castigue al culpable sea quien sea —concluyó.

Rosa María Arceo Ochoa con su perrito Bombón