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El 7 de junio es conocido en nuestro país como el día de la libertad de expresión. Con motivo de la efeméride, los gobiernos de todos los niveles organizan festejos, agasajan a los reporteros de los diversos medios de comunicación, impresos y electrónicos y se deshacen en elogios y protestas de respeto irrestricto a la libre manifestación de las ideas.
Así amenaza el sistema a quien se atreve a disentir
Yucatán tampoco es la excepción y con motivo de los festejos, el gobierno del estado procede tal y como hemos relatado: Deshaciéndose en elogios al marco de libertad que garantiza la libertad de pensamiento y de expresar opiniones libremente y reiterando su respeto a las normas relativas. Nada más falso.
En Yucatán la persecusión, las amenazas, la intimidación y los intentos de censura de parte del aparato gubernamental y sus adláteres, es una penosa y lamentable realidad.
La represión del gobierno del estado de Yucatán es sistemática
Ciudadanos, periodistas y todo aquel que se atreva a disentir del oficialismo, es forzado de manera más o menos agresiva o violenta a guardar silencio. Prueba lo siguiente lo sucedido a Eduardo Chuc, ex alcalde de Dzemul, por oponerse a la titular del ejecutivo estatal, lo ocurrido al Brujo Tzab que la conminó a guardar la consideración debida a los derechos de otros ciudadanos, lo acontecido a los jóvenes que vendían camisetas que aludían una rechifla recibida por la gobernadora por su afán de protagonismo, los ataques reiterados a Artículo 7, la golpiza propinada al diputado Ismael Peraza Valdez y las reiteradas amenazas, vertidas por correo electrónico o por mensajes de texto al teléfono celular de quien esto escribe.
Se equivocaron de hombre. A mi no me asustan
Desde el 29 de mayo han estado llegando de manera constante y sostenida mensajes intimidatorios al teléfono celular de este reportero, pretendiendo amedrentarlo y sobre todo, obligarlo a callar, situaciones que tanto el corrupto gobierno estatal, como el candidato del PRI a gobernador, quisieran que pasaran inadvertidos. Los mensajes han subido de tono, buscando intimidar. Reitero nuevamente: se equivocaron rotundamente. Si quieren que calle, tendrán que matarme.
Esto no es una especulación, el número del que provienen los mensajes de amenaza está plenamente identificado y es el 9881088071. Al parecer la clave corresponde al oriente de nuestra entidad y cuando hemos intentado comunicarnos a este número, nadie responde. Solamente aquellos que se han visto perjudicados por mi desempeño como comunicador, pudieran tener interés en hacerme daño o causarme angustia o desasosiego. Cualquiera lo sabe, es la primera línea de investigación cuando se hacen este género de pesquisas.
No van a callarme. Si quieren hacerlo, tendrán que matarme
Nuevamente subrayo y reitero que hago responsable de cuanto pudiera sucederme a mí, a mi familia, amigos y propiedades, a IVONNE ORTEGA PACHECO, GOBERNADORA DE YUCATÁN, A LOS INTEGRANTES DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA QUE ENCABEZA Y SOBRE TODO, A ROLANDO RODRIGO ZAPATA BELLO, CANDIDATO DEL PRI AL GOBIERNO DEL ESTADO.
No voy a callar, continuaré opinando, criticando y denunciando. Proseguiré apoyando un gobierno diferente, que represente para los ciudadanos recuperar las instituciones de las que una pandilla de oportunistas los despojaron.
Los reto a materializar sus amenazas, no les tengo miedo y con la ayuda de Dios y del pueblo, los vamos a derrotar.