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Escenas de la pintura mural de Atetelco, un conjunto residencial de la zona arqueológica de Teotihuacan, podrían confirmar que hubo una alianza entre dinastías de esta urbe y linajes mayas para fundar probablemente la ciudad de Copán, en Honduras; según dio a conocer la historiadora del arte María Teresa Uriarte, durante su participación en un ciclo de conferencias en el Museo Nacional de Antropología.
En el edificio oriente de Atetelco la representación pictórica del Coyote emplumado y del Jaguar reticulado, que en su parte superior está rodeada por una serpiente alegórica, señalaría el maridaje de ambas civilizaciones. Una relación que ha sido sustentada mediante descubrimientos arqueológicos recientes, justamente en Copán.
La doctora adscrita al Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), directora del proyecto La pintura mural prehispánica en México, explicó que iconográficamente, la imagen antes señalada podría ser interpretada de la siguiente manera:
"Esta serpiente guarda un comportamiento que, para el pintor teotihuacano, fue trascendental. Las serpientes se entrelazan para aparearse. Así que el símbolo es el apareamiento del Jaguar reticulado y del Coyote emplumado, cabe citar que el coyote es un animal del altiplano, mientras que el jaguar se asocia más al área maya. De modo que la escena alude a que gente de ambas dinastías, representada por esos símbolos, se unieron en algún momento".
Abundó que en el cuerpo de la serpiente alegórica se observa un glifo maya que significa ciudad, un elemento que aparece en otros murales teotihuacanos, como en el caso de los del conjunto de Tepantitla.
"A mi parecer, esto está relacionado con el establecimiento de una nueva tollan, ciudad, tal vez Copán con su dinastía de origen teotihuacano, que será recordada a lo largo de los siglos", dijo la académica en la clausura del ciclo de conferencias Teotihuacan, identidad y patrimonio de México, desarrollado los jueves de julio, en el marco del 70 aniversario del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
En ese sentido, recientemente el experto Ricardo Agurcia, responsable de los trabajos arqueológicos en el sitio maya de Copán, reveló el hallazgo de una tumba en el cuarto central de la estructura denominada Oropéndola, en la Acrópolis, que podría corresponder al segundo gobernante de esa urbe, que estudiosos han demostrado era llamado Jaguar reticulado.
María Teresa Uriarte expresó que existen semejanzas de formas plásticas entre el área maya y Teotihuacan, desde el 378 de nuestra era, aunque todavía los especialistas no concuerdan si fue producto de la invasión, de una influencia o si las dinastías de algunos lugares como Tikal o Copán estuvieron ligadas con Teotihuacan a partir de esa fecha.
La especialista de la UNAM señaló que tras 20 años del proyecto La pintura mural prehispánica en México (fundado por la doctora Beatriz de la Fuente), éste ha permitido registrar y analizar los vestigios pictóricos de Teotihuacan, ciudad que en su tiempo fue una de las más extensamente pintadas.
Por ejemplo, "las escenas del conjunto departamental de Tepantitla no hacen referencia al ‘Paraíso de Tláloc’ como propuso en su tiempo Alfonso Caso, sino a distintas modalidades del juego de pelota: de cadera, con bastones y con el pie, y al inicio del tiempo".
"El tiempo nace en Teotihuacan porque ahí nacieron los dioses —según los mitos. En esta ciudad no se han encontrado canchas de juego de pelota, sin embargo, en mi tesis de doctorado propuse que éste debió jugarse en la Calzada de los Muertos, la cual está dividida en secciones".
Asimismo, las imágenes de Tetitla representan el sacrificio de sangre relacionado con ciclos y la presencia de un felino humano que está vestido como Jaguar reticulado, nombre del segundo gobernante de Copán.
"De manera que la pintura mural de Teotihuacan mantiene una congruencia en sus diferentes acepciones y tienen que ver con grandes temas de su historia: del inicio y la medición del tiempo, el juego de pelota como mito de origen, el sacrificio y autosacrificio, así como estos temas de la relación entre esta metrópoli y el área maya", concluyó Uriarte.
Ejemplos de estas imágenes de la pintura mural teotihuacana pueden apreciarse en la exposición Teotihuacan. Ciudad de los dioses, dispuesta en el Museo Nacional de Antropología hasta fines de agosto, o de manera virtual en www.inah.gob.mx/ciudaddelosdioses. El acceso a la exhibición es totalmente gratis.