642 palabras
CIUDAD DEL VATICANO, 2 de julio.- Otra vez un teólogo alemán, muy amigo del Papa, será custodio de la ortodoxia católica.
Benedicto XVI designó ayer al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe -el ex Santo Oficio, uno de los dicasterios más importantes de la Santa Sede, que él mismo encabezó siendo cardenal durante el pontificado de Juan Pablo II-, a Gerhard Ludwig Mueller, obispo de Ratisbona, la diócesis del Papa y donde vive su hermano mayor, el también sacerdote, Georg.
Su eminencia Gerhard Ludwig Müller, nuevo prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Mueller, de 64 años, sucede al cardenal norteamericano William Levada. Levada había sido designado por Benedicto XVI para reemplazarlo luego de su elección como sucesor de Pedro en abril de 2005. El Papa aceptó la renuncia que presentó Levada, de 76 años, por motivos de edad.
Eximio teólogo, licenciado en filosofía y teología, profesor universitario como el Santo Padre, Mueller es un escritor muy prolífico, con más de 400 publicaciones en su haber, entre las cuales hay un texto de 900 páginas de Teología dogmática católica.
Conocido como una persona tímida, Mueller es tan cercano a Benedicto XVI que es el editor de todos los ensayos escritos en alemán por Joseph Ratzinger como teólogo, obispo, cardenal y ahora papa.
El flamante jefe del ex Santo Oficio es considerado un ferviente defensor de la ortodoxia y un conservador, como el Pontífice: en su diócesis jamás le dio espacio al movimiento progresista "Nosotros somos Iglesia" que pide reformas.
En círculos tradicionalistas del Vaticano, sin embargo, causó un fuerte impacto su conocida "amistad" con la Teología de la Liberación, el movimiento que tanto combatió Raztinger siendo prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Mueller -de hecho-, fue alumno del sacerdote peruano Gustavo Gutiérrez, considerado el padre de la Teología de la Liberación: el teólogo alemán todos los años desde 1998 viajó a Perú para estudiar con él y escribió un libro junto a él en 2004. En 2008 incluso recibió un doctorado honoris causa en la Pontificia Universidad de Lima, ocasión en la cual ponderó en un discurso los ensayos teológicos de Gutiérrez. Su amistad con Gutiérrez, en efecto, casi le costó su nuevo cargo en el Vaticano, donde elementos aún más conservadores trataron de usar esto para bloquear su designación, en un intento que cayó en saco roto.
La Congregación para la Doctrina de la Fe -el ex Santo Oficio- es uno de los dicasterios clave de la Santa Sede, que se ocupa de cuestiones doctrinales, pero también, desde 2001, de los casos de abusos sexuales de niños por parte de sacerdotes, un escándalo que Benedicto XVI ha enfrentado poniendo en marcha una política de tolerancia cero, que de todos modos sigue siendo un desafío para la Iglesia católica.
Al tiempo de haber sido designado nuevo custodio de la ortodoxia, Mueller -cuyo lema es "Dominus Iesus", como se llama un documento firmado por Raztinger que causó gran revuelo en el año 2000 sobre la unicidad salvífica de Jesús-, fue nombrado presidente de la comisión Ecclesia Dei, que negocia una reconciliación con los grupos ultratradicionalistas de la Iglesia (los lefebvrianos).