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Viernes 13 de julio.- La oposición al régimen de Bachar al Assad en Siria ha denunciado la matanza de más de 200 personas, la mayoría civiles, en la localidad de Tremseh, en la provincia de Hama (uno de los principales focos de revueltas, al noreste del país). De confirmarse estos datos, se trataría de la peor masacre desde el inicio de la rebelión contra Al Assad, en marzo del año pasado.
"Fuerzas gubernamentales bombardearon Tremseh usando tanques y helicópteros", ha declarado por teléfono a la agencia AFP el presidente del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahmane. Los activistas citados por la BBC aseguran que, a continuación, la milicia progubernamental Shabiha entró a pie en la localidad, de unos 10,000 habitantes y mayoría suní, y ejecutó uno por uno a los supervivientes. Más de 150 cadáveres fueron hallados en la mezquita principal y en otros lugares de la localidad, según el grupo opositor Comisión General de la Revolución Siria, que agrega que hay numerosos heridos y que muchas familias han buscado refugio en zonas cercanas por miedo a los bombardeos.
El distrito Kosor en Homs, tras el paso del Ejército en busca de rebeldes. (Reuters).
"La gente intentó escapar cuando empezaron los bombardeos", relató un activista local a la agencia Reuters. "Familias enteras han sido asesinadas. Hay cadáveres en los campos, en los ríos, en las casas", dijo.
La agencia oficial de noticias SANA informa, por el contrario, de un enfrentamiento entre un "grupo terrorista" y las tropas del Gobierno, y agrega que los "terroristas" (como oficialmente se denomina a menudo a los rebeldes) han sufrido "graves pérdidas" y tres soldados han muerto.
La versión de la oposición es muy distinta. "Los activistas dicen que el ataque empezó a las cinco de la madrugada, cuando la localidad estaba rodeada por fuerzas gubernamentales y progubernamentales", asegura el reportero de Al Yazira Rula Amin, desde Beirut. "Se hallaron cadáveres con marcas de cuchillos, y algunos quemados", ha comentado, aunque precisa que "lo sucedido no está muy claro".
Maniobras del Ejército sirio. (Foto archivo AFP)
En un vídeo publicado en YouTube, activistas en Hama han acusado al Gobierno sirio de llevar a cabo una "limpieza étnica", mayor que ninguna de las recientes masacres en Siria. La red de activistas Comisión General de la Revolución Siria asegura que las fuerzas del régimen abrieron fuego contra personas que salieron a manifestarse en solidaridad con Tremseh, en zonas próximas a la capital siria como Mazeh o Asali, informa Efe.
La organización islamista de los Hermanos Musulmanes, por su parte, ha emitido un comunicado culpando no solo a Al Asad, sino también a Kofi Annan, Rusia o Irán, y aquellos que "aseguran que protegen la paz y la estabilidad pero permanecen en silencio y no toman ninguna responsabilidad", informa The New York Times.
The Wall Street Journal informa de que, según fuentes de la Administración estadounidense, el régimen sirio está sacando de los almacenes parte de su arsenal químico, que incluye gas mostaza y sarín, un tipo de gas nervioso.
La masacre se ha conocido al tiempo que se celebraba la primera reunión de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, que ha acabado sin un acuerdo sobre la ampliación de la misión de observación y la amenaza de sanciones económicas y diplomáticas si el país no repliega las tropas de los centros urbanos antes de diez días y detiene el uso de armamento pesado. Rusia se opone a mencionar las sanciones en una futura resolución, mantiene un rotundo rechazo a una intervención militar internacional y aboga por el diálogo entre las fuerzas políticas sirias.
China, sin embargo, que hasta ahora ha hecho frente común con Rusia en las negociaciones diplomáticas sobre Siria, ha declarado esta mañana estar dispuesta a "estudiar seriamente" el borrador de resolución que circula en la ONU, en un aparente síntoma de viraje tras la matanza de Tremseh.
El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos cifra en más de 17,000 las víctimas mortales desde el comienzo de las revueltas contra el régimen de Al Assad, en marzo de 2011. El pasado 30 de junio, al menos 80 personas murieron y 150 resultaron heridas por una explosión en un funeral en la localidad de Zamlaka, a las afueras de Damasco. Solo un día antes, la oposición denunciaba el asesinato de medio centenar de personas, entre ellas mujeres y niños, y colgaba en Internet unas duras imágenes de cadáveres envueltos en telas blancas. El pasado mes de abril, precisamente en la ciudad de Hama, la explosión de un edificio dejó decenas de muertos.
Las informaciones sobre la matanza de Tremseh no han podido ser confirmadas por fuentes independientes. El régimen sirio obstaculiza el trabajo de periodistas independientes. (EL PAÍS)