671 palabras
LONDRES, 5 de agosto.- Michael Phelps, el mejor atleta olímpico de todos los tiempos, compareció ante periodistas en el centro de prensa de Londres para hablar de su carrera y de su futuro, en el primer día después de dejar la natación. Ataviado con un polo azul y tejanos, relajado y con un sonrisa tímida, explicó que aún no había podido disfrutar de su nueva vida porque se acostó tarde la noche anterior y se levantó temprano. Cuesta cambiar los hábitos después de 20 años despertándose a las cinco de la mañana para ir a entrenar. Reconoció que la noche anterior pudo visitar por primera vez Londres y vio el Big Ben, donde aún no había podido estar.
El sábado disputó la última carrera de su vida, el 4x100 estilos, y se despidió como no podía ser de otra manera, colgándose un nuevo oro olímpico y dando por terminada la carrera más brillante que se recuerda. Phelps reiteró que tenía claro que después de estos Juegos era el momento de dejarlo. "Cuando consigues todo lo que te habías propuesto en un deporte, es momento de buscar otros retos", aseguró. Pese a tener tan sólo 27 años, ya ha participado en cuatro Juegos, los primeros en Sydney 2000, cuando apenas contaba 15 años. Allí no consiguió medalla, pero adquirió la experiencia que le hacía falta para convertirse en la máquina de ganar que luego fue.
El ya mítico nadador de Baltimore, Estados Unidos, ha superado durante estos Juegos a la gimnasta ucraniana Latymina, que hasta ahora era la que había conseguido más medallas. Con las seis de estos Juegos (cuatro de oro y dos de plata), Phelps colecciona un total de 22 medallas (18 de la cuales son de oro), convirtiéndole en deportista olímpico más laureado. "Es algo por lo que he trabajado muy fuerte, estos últimos cuatro años han sido muy duros y he completado todo lo que quería hacer". Pasó a la historia en los Juegos de Pekín 2008, donde consiguió ocho medallas de oro, superando las siete de Mark Spitz en 1972. Preguntado sobre el lugar donde guarda todas sus medallas, bromeó y dijo que "están en un sitio seguro, en un sitio secreto".
No sabe aún lo que hará a partir de ahora, aunque se considera una persona extremadamente competitiva y "buscaré nuevos retos". De momento, dijo, quiere cogerse unas pequeñas vacaciones y viajar, "ir a todos aquellos lugares en los que he estado pero no he podido disfrutar porque pasaba el tiempo de la piscina al hotel". Enumeró Australia y Sudáfrica. Aunque seguirá practicando deporte, el único lugar donde se imagina nadando ahora es "en el océano, disfrutando del sol y la playa".
Otra de las cosas que quiere hacer es practicar el golf y mejorar en este deporte, tal y como hizo Michael Jordan, que confesó siempre fue su ídolo y el deportista "al que siempre he querido parecerme". También se refirió a la fundación que creó en el año 2008 para ayudar a niños sin recursos económicos a desarrollar su talento en la natación. "La natación me ha dado todo y quiero devolver parte de lo que me ha dado". Phelps tuvo también palabras de agradecimiento para el que ha sido su entrenador desde los 13 años, Bob Bowman, y para su familia (su madre se encontraba en la sala de prensa), de la que dijo “siempre han estado a mi lado, hiciera lo que hiciera”. (EL MUNDO)