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"Tenemos que cambiar a México. Ante la disyuntiva de administrar lo logrado y de seguir con el impulso de la inercia, o asumir cambios profundos en las instituciones de la vida nacional, claramente me inclino por un cambio sustancial de las mismas con todos los riesgos y todos los costos que ello implica"
"Lo que propongo es pasar de la lógica de los cambios posibles, limitados siempre por los cálculos políticos de los actores, a la lógica de los cambios de fondo que nos permitan romper las inercias y construir en verdad nuestro futuro"
Y una lista de las reformas propuestas, según las enumera el periódico "Reforma":
1) Concentrar la fuerza y recursos del Estado para frenar los efectos de la pobreza. Dijo que propondrá un programa que no reduzca el gasto social sino que lo oriente precisamente a las familias más pobres.
2) Establecer una cobertura universal de salud a nivel nacional, independientemente de la condición económica de las personas.
3) Impulsar una educación de calidad que prepare a los jóvenes para desarrollarse un mundo competitivo.
4) Reformar profundamente las finanzas públicas ante el descenso de los ingresos petroleros e impulsar una revisión de programas sociales que permita priorizar con eficiencia y transparencia el gasto del Gobierno federal.
5) Lograr una reforma económica de fondo que permita al País ser más competitivo y generar más empleos. Transformar a empresas del sector energético cuyos resultados cada vez son menos alentadores.
6) Concretar una reforma en materia de telecomunicaciones para garantizar una competencia entre los actores de este sector y lograr que los precios sean más accesibles a la población, además de promover una conversión hacia las tecnologías más avanzadas.
7) Transformar el sector laboral para facilitar el acceso de mujeres y jóvenes a un ingreso económico digno e incrementar la productividad sin menoscabar los derechos de los trabajadores.
8) Desarrollar una reforma regulatoria de fondo para que el Gobierno tenga una regulación base cero que permita derogar todo acuerdo o reglamento cuya necesidad no esté plenamente justificada. Esto, dijo, con el fin de evitar todo trámite innecesario a ciudadanos y empresas.
9) Fortalecer la lucha frontal contra el crimen por la seguridad de los ciudadanos, a través de la certidumbre jurídica y el respeto al estado de Derecho. Además, refirió la necesidad de ayudar a las autoridades locales para que combatan los delitos que más afectan a los ciudadanos como el secuestro y el robo. También pidió a la ciudadanía mayor participación en el combate al crimen, a través de la denuncia y la prevención.
10) Hacer una reforma política de fondo, ya que los ciudadanos no están conformes porque perciben una enorme brecha entre su necesidad y las acciones de sus gobernantes. Consideró también la necesidad de revisar las reglas electorales y pasar del "sufragio efectivo" a la "democracia efectiva" para que la política no sea sinónimo de parálisis.
¿Mi opinión sobre estas "reformas"?
De acuerdo con todas, excepto la 2 que no parece tener viabilidad fiscal. Respecto de la "reforma política de fondo", la verdad no entiendo de qué se trata. Excelentes: las propuestas de reforma educativa, laboral, de telecomunicaciones y de energía. Habrá que ver hasta dónde se llega.
Un dato para la reflexión: Ni por asomo, como ha demostrado con toda sencillez el profesor Allan Meltzer, la actual recesión puede equipararse con la Gran Depresión 1929-1932, ni con su segunda parte de 1937-1938.
Los datos son elocuentes y reproduzco lo esencial del cuadro elaborado por Meltzer y publicado el lunes en The Wall Street Journal:
Gran Depresión (parte dos) 1937-1938: Duró sólo 13 meses pero la caída real del PIB fue de 18.2 por ciento, el desempleo alcanzó una tasa de 20 por ciento de la población económicamente activa y la producción industrial se desplomó 32.4 por ciento. ESO ES UNA DEPRESIÓN ECONÓMICA.
Recesión 2007-2009: Ha durado aproximadamente 18 meses, la caída real del PIB ha sido de 3.8 por ciento, el desempleo ha llegado a una tasa de 9.5 por ciento de la población económicamente activa y la declinación de la producción industrial ha sido de 16.9 por ciento. ESO NO ES UNA DEPRESIÓN ECONÓMICA, es una recesión más o menos severa.
Como también fueron recesiones severas la de 1973-1975 y la de 1981-1982; la primera de las cuales le parece al profesor Meltzer muy similar a la actual, en profundidad y duración, así como en expectativas de recuperación lenta, gradual y no exenta de retrocesos.
Después del dato, las reflexiones.
Primera reflexión: ¿Por qué, entonces, tantos economistas, medios de comunicación, negociantes y políticos insisten en hacer la analogía con la Gran Depresión?
Meltzer explora varias razones posibles para explicar esta falsificación (que consiste en algo así como "vender una catástrofe"), que tienen que ver con la conveniencia política, los negocios vinculados a los recursos fiscales y la ideología.
Resumo a mi modo, y bajo mi exclusiva responsabilidad, las conjeturas de Allan Meltzer en esas tres vertientes que se me ocurren (pongo desde luego mucho de mi cosecha, pero ruego a los lectores que lean el artículo original del profesor Meltzer que explica cien veces mejor las cosas y que pueden encontrar en este vínculo).
1. Conveniencia política: Al gobierno de Barack Obama le conviene dramatizar la crisis porque en esa medida podrá venderse como el gran gobierno que nos rescató de la catástrofe; adicionalmente, una lectura escandalosa de la crisis es útil para justificar una mayor intervención del gobierno en la economía - lo que forma parte de la agenda política de los "progres" estadounidenses, para quienes Obama es un símbolo heroico, una reencarnación de F. D. Roosevelt- y para apuntalar a los grupos que tradicionalmente han sostenido al Partido Demócrata, como los sindicatos de la industria automotriz y los sindicatos de maestros, entre otros.
2. Negocios vinculados a los recursos fiscales: Los paquetes multimillonarios de estímulos no suelen llegar a los consumidores comunes y corrientes sino a los negociantes bien enchufados con el Congreso y con la Casa Blanca, o con los gobiernos locales. Los esfuerzos titánicos para levantar a la industria de los automotores tradicional- que no para reformarla para que se haga más productiva- han derramado miles de millones de dólares para las empresas y para los intermediarios. Y atención: Estos "exitosos" programas, como el de bonificar con dinero público la entrega de autos chatarra como enganche para adquirir vehículos nuevos, se está haciendo a cambio de sacrificar las ventas que la propia regeneración del mercado (sin necesidad de la mano interventora del gobierno) provocaría en el futuro una vez recuperado el ritmo de crecimiento.
3.Ideología. Los Paul Krugman de este mundo que claman por más estímulos fiscales ven en esta crisis la oportunidad de reivindicar el keynesianismo más trasnochado. No entienden, dice Meltzer, que históricamente los estímulos fiscales han fracasado en su intento de reactivar la demanda de un modo permanente. El mercado puede más, el mercado sabe más y el mercado lo hace mucho mejor (el mercado, por si alguien lo ignora, somos las personas libres tomando decisiones, como ahorrar, comprar, vender, producir, invertir o esperar; no es una oscura fuerza maligna que conspira por las noches). Los medios, infestados literalmente de keynesiansmo ramplón (incluidos los medios supuestamente especializados en economía y finanzas), se hacen eco de esta presunta y anhelante victoria del Estado sobre el mercado.
Segunda reflexión: La recuperación ya empezó como parte de un proceso de destrucción creativa y regeneración que invariable y cíclicamente hacen los mercados para corregir excesos. La recuperación ha empezado incluso antes de que los multimillonarios recursos fiscales lleguen a dar resultados e incluso antes de que se hayan ejercido en su totalidad.
El problema será cuando la relajación fiscal y monetaria - en Estados Unidos y en el Reino Unido, principalmente- pase su factura. La recuperación se frustrará o, al menos, se hará más penosa por los serios obstáculos que deberá sortear.