1120 palabras
1 Centavitos y Milloncejos. El señor Mayorga, nuevo secretario federal de la Sagarpa viene a confirmar lo que su delegado en Yucatán, el MVZ Gerardo Escaroz Soler, dijo el año pasado cuando era diputado federal: que el Gobierno de Yucatán no ha estado acompletando su parte correspondiente —los famosos paripasos— que por normatividad cada estado tiene que aportar para que fluyan los programas y apoyos federales al campo yucateco.
Lo que hace falta que ponga el gobierno de Ivonne Ortega es poco comparado con lo que se ha gastado en imagen y difusión el mismo gobierno del Estado este año y el anterior. Al grado de que con un 10% de lo que se ha erogado en gastos mediáticos tan sólo este año, hubiese alcanzado para completar el faltante estatal a la Federación. ¿Cuán prioritario es el campo para el Gobierno de la Nueva Mayoría? ¿Había pasado en gobiernos anteriores que no hubiese “presupuesto” para poner la parte de Yucatán en este tipo de programas?
2 Don Armando se arma. Sí. Don Armando Baqueiro Cárdenas, el doctor en Economía y Finanzas que se trajo doña Ivonne —¿o lo habrá traído Ulises Carrillo, el secretario técnico de la señora Ortega?— se arma de paciencia. Baqueiro, quien fuera alto funcionario del Banco de México ya no sabe qué hacer para justificar los "balakes" o malabarismos presupuestales que le hacen hacer desde el despacho de la gobernadora. “Pasa esta partida para aquí” o “saca de aquí para meter acullá”. Se ha gastado más de lo que se tiene. El “hazle como quieras, pero hazlo” no le ha de gustar mucho a don Armando. Acostumbrado a la ortodoxia financiera, se dice que al Dr. Baqueiro ya le está saliendo salpullido nervioso de tanto desorden administrativo al que lo obligan a avalar. Que ahora se pretende “componer todo” con un préstamo de más de mil millones de pesos que está pidiendo contraer el Gobierno del Estado de Yucatán.
3 ¿Quién pompó? Mientras en el gobierno federal y en algunos municipios se anuncia reducción en los gastos suntuarios y recortes de todo tipo, en el gobierno de Yucatán no pasa nada. Nunca en la historia se había visto tanto funcionario estatal en restaurantes departiendo alegremente y a todas horas. ¿Cuál le gusta a usted? ¿Carnes Argentinas? ¿Tepanyaki? ¿Comida yucateca de postín? ¿Mariscos gourmet? Donde usted se vire, encuentra usted funcionarios majando y bebiendo sin rubor. Otro rubro donde se ha desbordado como nunca el gasto es en la adquisición de vehículos para uso personal de los funcionarios. Las placas nuevas con nomenclatura oficial los delatan. Cuando Chico Ché pregunta canturreando a ritmo tropical "¿Quién pompó?" le contestaremos con ritmo fúnebre “Nosotros, los yucatecos que pagamos impuestos se los invitamos”.
4 “Yo lo ví” dice Jenaro. En la reciente conferencia que dió en Mérida Jenaro Villamil, periodista yucateco que reportea para Proceso a nivel nacional, y ante el azoro de muchos chavos universitarios que no han oido o leído historias más antiguas que los chismes de la época de Belinda y Giovanni pa´delante, Jenaro contó una historia. Que cuando el estaba más chico que ahora, en la Prepa 1 de la UADY, a él lo pasaron a expulsar por denunciar que en esa Escuela se vendían los exámenes. Que quien tenía el negocito era Rafael Acosta Solís. Y que quien protegía desde ese entonces a Acosta era Rolando Zapata Bello, que regenteaba la Sociedad de Alumnos preparatoriana. Acosta Solís fue subprocurador de Justicia de Yucatán al calor del hoy diputado federal Rolando Zapata, que lo llevó a ese puesto cuando Zapata era el secretario general de gobierno de doña Ivonne. De que son cuates, son cuates.
5 Reality Show. Jenaro Villamil estuvo en Mérida invitado para promocionar su ya famoso libro “Reality Show” en donde documenta los enormes, millonarios gastos y pagos del gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto a TelevisaTV Azteca. Según dijo ahí Jenaro, el gobierno de Ivonne Ortega es igualitito y sigue el mismo patrón de derroche en publicidad, imagen y de apapacho recíproco con las televisoras. La verdad es que en ese sentido Jenaro no nos dijo nada que no supiésemos de propia mano los yucatecos. y a
6 Una de panistas. Recientemente se supo que dos diputados locales panistas traicionaron de nuevo a su partido votando a favor de la bancada del PRI en el asunto de la elección de funcionarios del IPEPAC que son designados por el Congreso del Estado de Yucatán. No se necesita ser Beto el Boticario (qepd) o algún otro magazo para saber que quien traicionó una vez más a los panuchos fue Julio Garrido. Los cálculos estiman que el otro coox virado fue el diputado Ramón Salazar. Lo que no se sabe es “de a como” vendieron su voto.
7 Y ahora… otra de panistas. Que curiosito. Los regidores panistas se la hacen de tos a su alcalde César Bojórquez Zapata, que quería pasar al Cabildo una propuesta para ponerle al parque de una comisaría meridana el nombre del distinguido ex alcalde meridano Víctor Manuel Correa Rachó. ¿Creerá usted que un grupo de necios regidores del PAN se opuso —por quién sabe que razón— al reconocimiento de quien fuera ícono de la oposición durante tantos años? Así va a estar duro que los blanquiazules recompongan su imagen. Ya le dan más lata los regidores del PAN a César que el mismísimo Carlos Sarabia. Como si le faltaran problemas al PAN.