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ATENAS, 7 de noviembre.- El Gobierno de Grecia consiguió el jueves los votos suficientes en el Parlamento para aprobar unas profundamente impopulares medidas de austeridad que son esenciales para recibir nueva ayuda de los prestamistas internacionales, pese a conflictos internos y violentas protestas a las puertas del Congreso.
Los legisladores aprobaron los recortes de gasto, aumentos de impuestos y medidas que facilitan la contratación y despido de trabajadores, pese a que casi 100,000 griegos ondeando banderas y coreando "¡Peleen! !Nos están chupando la sangre!" llegaron a la plaza Syntagma en el centro de Atenas.
Si bien el aliado minoritario en la coalición de Gobierno, la Izquierda Democrática, se abstuvo de votar, el Partido Nueva Democracia -del primer ministro Antonis Samaras- y el socialista PASOK aprobaron la ley de 500 páginas poco después de medianoche.
Un agente de la policía antidisturbios es engullido por las llamas de los cócteles molotov arrojados por los manifestantes frente al parlamento durante los enfrentamientos en Atenas. (AP)
Explosión de un cóctel molotov lanzado por los manifestantes en la segunda jornada de Huelga General. (AP)
El Gobierno logró 153 votos en el Parlamento de 300 escaños, y Nueva Democracia y el PASOK expulsaron a siete diputados de sus bancas por no apoyar la votación.
En la tarde, la violencia estalló cuando un puñado de manifestantes intentó sobrepasar una barricada para entrar en el Parlamento, a lo que las fuerzas antidisturbios respondieron con gases lacrimógenos, bombas de estruendo y, por primera vez en una protesta contra la austeridad en el país, con cañones de agua.
El caos se extendió al interior de la asamblea, donde los trabajadores parlamentarios interrumpieron brevemente la sesión y abandonaron sus puestos al descubrir que sus salarios sufrirían recortes.
La legislación que supone medidas de ahorro por 13,500 millones de euros es precursora de la ley de presupuesto 2013, que el Gobierno espera poder aprobar el domingo.
Si lo logra, se espera que ello destrabe un tramo de ayuda de 31,500 millones de euros del Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea que Grecia necesita para reforzar sus bancos y cancelar préstamos.
"Debemos aprobar ahora el presupuesto e inmediatamente después trabajar por la recuperación de la economía", dijo Samaras a Reuters tras la votación.
El euro subió levemente a unos 1,2780 dólares desde los 1,2765 dólares previos a la votación.
"Vimos una pequeña mejora del euro porque la amenaza de una salida griega de la zona euro se está disipando ahora que los griegos han tomado la difícil decisión de seguir adelante con las dolorosas medidas de austeridad", dijo Kathy Lien, directora gerente de BK Asset Management en Nueva York.
La votación se produjo en el segundo día de una huelga nacional convocada por los dos mayores sindicatos, que interrumpió el transporte público y cerró escuelas, bancos y oficinas gubernamentales. La basura se acumulaba en las calles.
Vista de la plaza Syntagma donde se han concentrado los manifestantes para protestar contra los planes del Gobierno de aprobar más medidas de ahorro. (Reuters)
Respaldados por la oposición de izquierda, los sindicatos dijeron que las medidas golpearán a los pobres sin afectar a los ricos, mientras se profundiza una recesión de cinco años que ha aniquilado un quinto de la producción del país y ha llevado la tasa de desempleo a un récord del 25 por ciento.
"Uno vive con constante temor e incertidumbre. Uno nunca sabe qué le espera a la vuelta de la esquina", dijo Panos Goutsis, de 58 años, que trabaja en una pequeña tienda de Atenas.
"¿Cuántas veces nos dirán que éstas son las últimas medidas? Estamos hartos de oír eso", añadió.
Fuera del Parlamento se oyeron fuertes estallidos durante toda la tarde, y manifestantes encapuchados lanzaron piedras y cócteles molotov a la policía. El humo y pequeños fuegos salpicaban la plaza y las calles cercanas al Parlamento.
Al menos 35 personas fueron detenidas. No hubo reportes de heridos de importancia, dijo la policía.
"Estas medidas nos están matando poco a poco y a los legisladores de ahí dentro no les importa nada", dijo Maria Aliferopoulou, de 52 años, que tiene dos hijos y vive con 1,000 eurosal mes.
"Son ricos, lo tienen todo y nosotros no tenemos nada y luchamos por las migajas, por sobrevivir", afirmó.
La calma regresó mientras los manifestantes abandonaban la plaza durante una persistente lluvia. La protesta en contra del ajuste habría sido la más grande en Atenas desde el verano del año pasado.
Los analistas dicen que si el Gobierno logra la aprobación del presupuesto el domingo, como se espera, los ministros de Finanzas de la zona euro podrían acceder en una reunión en Bruselas el lunes para permitir que Grecia extienda sus metas fiscales en dos años, hasta el 2016, y a aliviar la presión sobre el crecimiento.
El primer ministro griego Antonis Samaras reacciona durante una reunión del parlamento. La oposición y los sindicatos opinan que las nuevas medidas incrementarán la pobreza y profundizarán en una recesión que dura ya cinco años de un país con el 25% de desempleo. (AP)
Eso, a su vez, permitiría que el Banco Central Europeo también tome medidas para darle a Atenas un poco de aire, y el debate podría entonces centrarse en la forma para aliviar la carga de deuda del país, que se espera sea más del 190 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) para el 2014.
Mujtaba Rahman, analista del Eurasia Group, dijo que el Gobierno de Samaras había mostrado una mayor voluntad que sus predecesores al continuar con las medidas de austeridad.
Pero la pregunta clave sigue siendo si Grecia, que ya fracasó en implementar varios planes de austeridad en el pasado, será capaz de superar la intransigencia en las instituciones del país y poner en práctica el paquete aprobado el miércoles.
"Hay voluntad política. La pregunta es si la burocracia tiene la capacidad para implementar las reformas", dijo Rahman. "Si puede funcionar, es aún una pregunta abierta", agregó. (Reuters)
Samaras conversa con el ministro de Hacienda Stournaras Yannis. La tensión aumentó dentro del Parlamento cuando se suspendió momentánemaente la sesión al ponerse en huelga su personal laboral, nada más anunciarse que los nuevos recortes también les afectaría a ellos. Los parlamentarios de la oposición se fueron de la cámara en señal de protesta. El ministro de Finanzas Yannis Stournaras, echó marcha atrás, ante el temor de que no se pudiera votar el plan, y la sesión se reanudó. (Reuters)