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En la vida no hay verdades absolutas sino que todo cambia con el paso del tiempo. Eso le da significado e importancia a analizar e interpretar constantemente los indicadores del tema en estudio, el cual permite visualizar las perspectivas que está bajo el escrutinio del analista, y eso siempre fue el trabajo de Tomás Vera Pren.
Tomás Vera Pren en una plática ante campesinos
Vera Pren, egresó del Instituto Tecnológico de Monterrey, además hizo estudios de postgrado en instituciones extranjeras.
Cuando estudie ahí, fue debido a la oportunidad de contar con una beca, dijo Tomás, incluso en mis horas libres trabajé.
Las ponencias que impartió Tomás, siempre invitaban a investigar y quien lo escuchaba, era capaz de imaginar que se formó en las disciplinas sociales, cuando en realidad se especializó en las matemáticas.
La política, economía, desarrollo, redes y sistemas de comunicación, ejido henequenero, apicultura y el aspecto maicero, fueron temas de su interés. De ello se inspiró para escribir numerosos artículos, mientras que sus trabajos, han sido fuente de consulta y reconocidos por otros especialistas en el ramo.
Uno de los numerosos artículos escritos, la Crónica de una legislación abortada, bosqueja la forma en que Tomás percibía el mundo.
Como profesional, supo trabajar con varias instituciones y cultivar su preciado círculo de amigos, integrado por un selecto grupo de investigadores dispuestos a apoyarse los unos a los otros, de tal forma que en los foros y tertulias que organizó, siempre fueron muy valiosas y formativas sus aportaciones.
Siempre fue un privilegio escuchar o debatir con él, porque se terminaban por conocer otras perspectivas del punto en cuestión.
No se trata de imponer una idea sino de aclararla y complementarla, porque al final genera conocimiento, compartía.
Asombraba la versatilidad de Tomás, su sencillez fue palpable en los trabajos que realizó con los campesinos peninsulares sin perder de vista el debate especializado en los foros internacionales donde participó.
Quienes lo conocieron relatan que siempre le llamaron la atención las matemáticas, estudió en Colombia, conoció de cerca experiencias del uso participativo de la radio con los cafetaleros para capacitarlos a distancia y su estancia por estos lugares, aclaró más su interés en regresar a trabajar con los suyos en Yucatán.
Trabajó incansablemente en varios proyectos y colectivos, como el No a los transgénicos en el caso reciente del tema apícola y participó en varios foros campesinos organizados en Mérida, Tekax, Maxcanú y Hopelchén (Campeche).
Vera Pren, falleció en su milpa a las cinco y media de la tarde, el pasado martes 6 de noviembre.
Fue un magnifico compañero, inquieto y trabajador, señaló su esposa doña Leydi Manrique, él tenía en puerta varios proyectos, como hacer sus estudios de doctorado. Hoy por la mañana apenas tuvo chance de mandar el bosquejo y enviar por email, el perfil de la nueva carrera universitaria de Chapingo.
Los últimos minutos de su vida, su mujer nos ilustró: sus nietos y yo lo acompañamos a la milpa debido a que la persona que lo apoyaba en este trabajo, reportó que un grupo de vándalos del sur de la ciudad intentaban forzar la caseta para robar la bomba de riego.
Tomás pidió el apoyo de la policía, sin embargo, su negligencia le causo un terrible malestar, que culminó con el infarto al corazón. Fue terrible presenciar esos momentos, pero lo único que me consuela es que se despidió de mí, casi sonriente, describió su esposa.
Papá siempre quiso este lugar al igual que sus abejas, ahora él regresa a la naturaleza, agrego una de las dos hijas de la familia Vera Manrique.
Tomás, siempre estuvo pendiente de sus amigos, sus recomendaciones llegaban siempre en el momento justo.
Arux ¡No te desanimes! Aun cuando te sientas en la total oscuridad, veras que siempre habrá una luz al final del túnel.
Jorge Tomás Vera Pren, fundó en 1990 la empresa de consultoría TECADER S.C.P. Desde esta instancia, promovió procesos de desarrollo integral y de transferencia tecnológica en los sectores pesquero, agropecuario y apícola de Yucatán, generó también experiencias respecto al uso de las TIC en procesos de desarrollo rural, además de dar seguimiento a programas y proyectos impulsadas desde otras instancias públicas y/o privadas.
Al final, Tomás cumplió con sus sueños, regresó a Yucatán. Sus últimos minutos, los pasó en la milpa que fomentó y donde cosechó sus primeros frutos; mientras que su legado quedo impreso en el camino blanco (Sak bé) de los mayas, lo que significa que aún continua contribuyendo con su labor de compartir con las nuevas generaciones.