581 palabras
En cuestión de horas, sin análisis alguno y sin mayor resistencia por parte de la sociedad (de los partidos mejor no hablar) el Congreso del Estado aprobó, por mayoría simple, UN ENDEUDAMIENTO HISTÓRICO: histórico por su monto, MIL 870 MILLONES de pesos; histórico, también, por el plazo al que endeudaron a Yucatán y a los yucatecos…veinticinco años (para que la Ñora de las Jaranas no tenga que pagar un clavo en lo que le queda de desgobierno).
Por si no lo recordaran, la Gober Bursatilizada se ha encargado de refrescarles a los diputados del PRI, cada vez que puede, quién los puso en donde están y quién corrió con los gastos de sus campañas. Así que ni siquiera se les tiene que hacer “manita de puerco” para aprobar lo que les mandan de Palacio y para salir a decir, cual muñecos de ventrílocuo, las cosas que les ordenan, por más falsas, ridículas o aberrantes que sean.
Así que, como dicen las Nachas, “sueltitos y cooperando” aprobaron en fast track la deuda de Miss Dzemul que, si bien monumental, apenas servirá para tapar los hoyos del gasto corriente: deuda a proveedores y contratistas, completar sueldos y restituir fondos de aguinaldos, pagarle al ISSTEY el dinero de las pensiones que utilizaron…
En un desplegado que apareció, a página entera, en todos los rotativos locales, la “bancada” priísta hace saber a la ciudadanía en general y a sus enfiestados votantes, en particular, que la deuda monumental por MIL 870 MILLONES de pesos, será para impulsar el empleo, para atraer inversiones y para asegurar la realización de obras pendientes. Termina el desplegado de marras con una confesión de parte: “ni un centavo será dedicado al gasto corriente”.
¿Alguien esperaba que Ibom y sus diputados salieran a decir que el endeudamiento será para cubrir los faltantes que dejaron las fiestas, los acarreos de la “ola roja”, los gastos excesivos en publicidad y los desvíos para las campañas del PRI?
Para desgracia de los valientes y veraces diputados tricolores el Secretario de Finanzas, Juan Ricalde, declaró la semana pasada que las penurias financieras propiciaron la acumulación de pagos pendientes a contratistas y proveedores y que no se contaba con los fondos necesarios para cubrir los aguinaldos. Es muy posible que, para los ínclitos diputados que sólo se representan a sí mismos, estos no sean “gasto corriente”, sino “gasto fino”… ¿mas si nó?
Lo hemos escrito en ocasiones anteriores, lo ratificamos hoy: nos gobierna un grupo de arribistas políticos, de trepadores sociales que ven y toman el dinero público como un recurso a su libre disposición, medio para corromper y comprar adhesiones, instrumento para hacer crecer y proyectar su imagen personal y sus carreras políticas. A este fenómeno le he llamado POPULISMO PIBIL y ahora, con la monumental deuda contraída, Yucatán y los yucatecos empezamos a pagar los costos económicos de este descalabro político.
¿Ya se han puesto a pensar lo que nos espera el próximo año? Crisis acumulada, campañas locales, la Ñora del Justam en sus giras de proyección nacional…