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Ya hemos escuchado muchos casos de atentados contra la libertad de expresión en el Estado. Casos como el de la gobernadora, Ivonne Ortega Pacheco, que haciendo uso de su ancha investidura "critica" a sus críticos llamándolos "necios" o "vulgares", por el hecho de no seguir la línea que dicta su gobierno en la forma de expresase.
El último caso de atentado contra la libertad de expresión fue el perpetrado en contra de la antropóloga e investigadora Gina Villagómez Valdés, que se ha caracterizado por dedicar gran parte de su tiempo al estudio sobre género y violencia doméstica como producto de la cultura.
Gina, siendo una mujer dedicada a la ciencia y una luchadora social en pro de una vida libre de violencia, más que una periodista, venía colaborando en el programa radiofónico "El Columnista" cuyo director es el caricaturista colaborador del Diario de Yucatán, Efrén Maldonado Betanzos, quien se ha caracterizado por ser un incansable detractor del gobierno federal y un gran adulador del gobierno de Ivonne Ortega. El programa es financiado con una mezcla de recursos procedentes del gobierno federal y estatal.
Efrén, quien en algún momento de su vida dijo que "el periodismo es denuncia" e información que a veces incomoda a políticos y personas cercanas al poder y que quisieran siempre ser favorecidos, se ha embarrado la cara con su propia salida al ser partícipe de este grave atentado contra la libertad de expresión y permitir que el gobierno del estado le imponga la línea editorial que les conviene.
Lamentablemente no es el único caso de "periodistas" que por algún interés han caído en las redes del poder y que a través del dinero y de las dádivas se han doblado y arrodillado a un gobierno que cree ser solo merecedor de elogios.
Desde el inicio del gobierno de Ivonne Ortega se ha visto cómo periodistas de gran valor, como Martiniano Alcocer Álvarez, han sucumbido a la tentación y se han doblegado a la voluntad del gobierno.
Hemos visto cómo se han derrochado varios cientos de millones de pesos en una estrategia de control de medios, en la que se ha visto principalmente favorecido el periódico Por Esto!, dirigido por Mario Renato Menéndez Rodríguez, quien se ha caracterizado por utilizar la muy loable y noble profesión como arma de chantaje y extorsión.
Periodista que no tenga ética, no es un periodista pleno. Bien dice Raymundo Riva Palacio: Periodista que no coloque la ética como cimiento de su trabajo tendrá una profesión endeble, vulnerable y con poca credibilidad.
Hay que denunciar a los que ejercen de forma corrupta el periodismo porque se trata del prestigio de la profesión.