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Jubilarse para quién ha desempeñado una actividad laboral por tiempo prolongado deja un surco en su vida, profundo o no, que ha de causar cambios y condiciones psíquicas o somáticas. Jubilación en latín significa “lanzar gritos de alegría”; sin embargo la idea de que esta etapa constituye un acontecimiento negativo dentro del ciclo vital, se da en muchos casos, informó la coordinadora delegacional de Trabajo Social del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Yucatán, Verónica Beatriz Leal Peraza.
Por los resultados de estudios relacionados a la depresión post jubilación se encontró que 36% la padece; o sea poco más de un tercio de los jubilados experimentan alteraciones en su salud durante los seis primeros meses, la mayoría atribuibles a la depresión, resolviéndose en muchos casos en otros tantos meses o durando hasta dos años.
Dijo que la jubilación además de una mayor cantidad de tiempo libre, significa pérdida del rol profesional, disminución de ingresos económicos, pérdida del estatus, de oportunidades de contacto social y de reconocimiento. La resistencia o el impacto de la jubilación suele ser mayor en los hombres debido a que la base de su autoestima está estrechamente ligada al desempeño laboral; esta sensación angustiosa de ser nadie se manifiesta bajo distintas formas, entre ellas la depresión.
Las alteraciones mas frecuentes en la salud son: dolor de cabeza, hipertensión arterial, accidentes cerebro vasculares, gastritis, pérdida del apetito y del sueño, estrés, angina de pecho, y vértigo, entre otros. Los efectos sociales mas frecuentes son: aislamiento familiar y social, ruptura conyugal, cambios económicos, desadaptación al nuevo grupo social y comunitario.
Los efectos psicosociales son: alcoholismo , abandono personal, soledad, ansiedad, sentimiento de culpa, pesimismo, dificultad para concentrarse, desesperanza, tristeza, pérdida de interés por las cosas, pérdida de capacidad para disfrutar, intento de suicidio, etc.
Para tener una jubilación exitosa y evitar la depresión, es importante mantenerse ocupado; seguir en contacto con familiares y amigos; participar en actividades comunitarias y grupos de apoyo; ponerse metas propias a corto plazo (viajar, estudiar); realizar actividad física con regularidad (caminar, bailar, nadar); buscar nuevas oportunidades de contacto social y hasta de trabajo; ser independiente; evitar los hábitos nocivos (fumar, beber alcohol, automedicarse); hacerse un un chequeo anualmente; asegurar y preveer recursos económicos; y buscar apoyo psicológico en caso necesario.
Lo cierto es que la jubilación es un derecho y un evento trascendental que puede marcar el inicio de un nuevo periodo de realización en cualquier plano de la vida, si usted se encuentra en esta etapa llénese de júbilo y disfrútelo, pero si siente tristeza, dolor de cabeza constante, excesiva melancolía, insomnio y desánimo, acuda a su médico familiar para que le integre un diagnóstico oportuno y en su caso, le otorgue la atención requerida.