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La competitividad en las empresas se logra: cuando se vende con eficiencia y con el mínimo de capital. Y el premio es: negocios rentables.
He hecho mucho hincapié durante todas estas entregas en la importancia que tiene la competitividad en las empresas. Sólo siendo competitivas lograrán utilidades en forma permanente. Creámoslo: nos afecta a todos tanto en forma directa como indirecta.
El origen de la crisis mundial que detonó a fines de 2008 —iniciada con un problema inmobiliario en USA— fue consecuencia de un aflojamiento en el otorgamiento —aprobación— de los préstamos hipotecarios para vivienda. Ello implicó que los bancos se vieran envueltos en serios problemas de recuperación.
Los bancos se vieron obligados a cerrar el crédito inicialmente a dos sectores muy importantes por su peso en la economía: la industria automotriz y la construcción de vivienda. Se generó una baja atroz de ventas en ambos sectores de la economía. Se generó desempleo. Y así, otros sectores de la economía fueron sucesivamente afectados.
Los sucesos de USA afectaron a México en una baja muy importante de las exportaciones. Para México, las exportaciones de la industria automotriz son el segundo rubro en importancia después del petróleo. Los precios del petróleo se desplomaron. Las remesas de los mexicanos en USA disminuyeron enormemente. La liquidez del sistema financiero en general cayó y ello originó ese decremento tan importante en nuestra economía. México, de hecho, ha sido de los países del mundo con mayor decremento en su economía durante 2009.
Las autoridades en general —los principales actores económicos— nos han vendido la idea de que el problema que México atraviesa en 2009 se debió a la crisis mundial. Esto no es del todo cierto: países como China, Brasil y otros, aunque tuvieron un menor crecimiento por esa crisis, continuaron creciendo y están ya, ahora, en posición de acelerar su crecimiento económico el 2010. Éste no es el caso de México.
En general, la mayoría de los países del mundo están viendo la salida de la crisis. En México —por desgracia— aún estamos entrando a una crisis que puede ser peligrosamente prolongada y la causa está en la pérdida de competitividad de las empresas nacionales.
Estos argumentos nos conducen en forma contundente a concluir:
Si ya quedó claro que la falta de competitividad nos está empobreciendo en todos los ámbitos —económico, social, cultural, deportivo, político— la única solución surge cuando la mayoría en una sociedad civil decide participar en forma más activa en todas las decisiones de índole nacional.
El objetivo del Movimiento para la Competitividad de México es despertar y organizar a esa gran población mexicana que, sin tintes partidistas, desea que este país se encarrile en la senda del desarrollo sostenido.
Te invitamos, en consecuencia, a que te registres en nuestro sitio web http://a7.com.mx/mexicompite con el objeto de, primero, demostrar el interés en ser artífice de nuestro propio destino. Que se dé una forma de organización que nos permita, en un futuro inmediato, a empezar a tomar decisiones que nos beneficien a la mayoría de los mexicanos.
Por otro lado, si usted amable lector, es empresario, independientemente de su tamaño o giro, le sugerimos visite nuestro sitio web reingenieriafinanciera.com donde podrá encontrar respuestas de cómo mejorar la competitividad de su empresa en forma efectiva y pragmática. Manuel Mier y Terán Fortuny.