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En su Informe Semanal del 4 al 8 de nero de 2010, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público incluyó una "Nota Técnica" en la que niega categóricamente que el Gobierno Federal haya inclumplido su compromiso de "congelar" el precio de las gasolinas el año pasado. El documento asienta que, pese a los dos ajustes realizados en diciembre al precio de la gasolina Magna, en términos reales (descontando la inflación) ésta vio disminuir su precio un 2.1% el año pasado.
Por lo que se refiere a este nuevo año, en el que las gasolinas retomarán el ajuste mensual de sus precios, la nota recuerda que no hay cambio alguno en la "política de precios y tarifas del Sector Público aplicada todos los años desde la última década del siglo pasado", sino que únicamente la misma se retoma después de haberse visto "interrumpida" el año pasado por el Acuerdo Nacional a Favor de la Economía Familiar y el Empleo para Vivir Mejor dado a conocer a principios de dicho año.
El referido documento también señala que aún con los ajustes periódicos a los precios de las gasolinas, estos siguen siendo competitivos a nivel internacional.
A continuación, la transcripción de la "Nota Técnica":
Desde principios de los noventa el Gobierno Federal ha llevado a cabo un ajuste gradual y mensual a los precios de los energéticos, como las gasolinas y el diesel, con la finalidad de ayudar a preservar la salud de las finanzas públicas (cumpliendo en tiempo y forma con sus compromisos de gasto público) y de garantizar a los consumidores domésticos de estos productos una relativa estabilidad de precios ante la volatilidad que éstos enfrentan en el mercado internacional.
Con el afán de apoyar a los que menos tienen, porque son los que más sufren los efectos de la recesión inter-
nacional, los ajustes mensuales a los precios de la gasolina Magna y el diesel primero fueron suspendidos en septiembre de 2007 y reanudados en abril de 2008 y luego volvieron a interrumpirse temporalmente a principios de 2009, como parte de un paquete de políticas contracíclicas propuesto por el Ejecutivo Federal para apoyar a la economía familiar ante la crisis mundial.
En efecto, una de las medidas más importantes del Acuerdo Nacional a Favor de la Economía Familiar y el Empleo para Vivir Mejor, dado a conocer a principios de enero de 2009, fue el compromiso de “congelar” los precios de la gasolina en todo el país durante ese año.
Ahora bien, el 22 y 28 de diciembre pasado el Gobierno Federal llevó a cabo un ajuste en la tarifa de la gasolina Magna, pasando de 7.72 pesos por litro (p/l) a 7.77 pesos p/l (un incremento de cinco centavos) la primera vez, y de 7.77 p/l a 7.80 p/l (un incremento de tres centavos) la segunda fecha. En referencia a quienes acusan al Gobierno Federal de “traicionar a la sociedad” o de “faltar a su compromiso” se hacen las siguientes aclaraciones:
1. A pesar de los ajustes realizados a finales de diciembre pasado, el precio de la gasolina Magna disminuyó 2.1 por ciento en términos reales durante todo 2009, dada la inflación anual de 3.57 por ciento recién publicada por el banco central para ese año.
2. Los ajustes en los precios de los combustibles en enero de 2010 no implican un cambio en la políti-
ca de precios y tarifas del Sector Público aplicada todos los años desde la última década del siglo pasado, la cual se vio interrumpida de manera temporal durante 2009 para enfrentar mejor la recesión económica.
3. Durante la presente Administración, el precio de la gasolina Magna y del Diesel ha sido menor en México que en Estados Unidos —su principal socio comercial— manteniendo, en cuanto a este aspecto se refiere, una posición competitiva del aparato productivo nacional. Al cierre de 2009 los precios en México se ubicaron 12% por debajo de los observados en ese país, en el caso de ambos combustibles, y son de los menores del mundo. El precio de la gasolina en Costa Rica es casi dos veces de lo que es en México; en Brasil y en España es más de dos veces, y en el Reino Unido es casi tres veces el precio de la gasolina en nuestro país.
Al final del día, México ni se puede aislar ilimitadamente de la realidad económica global ni su gobierno se puede dar el lujo de prescindir de recursos valiosos que le permitan satisfacer el gasto indicado por el Congresoen el Presupuesto de Egresos de la Federación. Tampoco es conveniente para los mexicanos seguir incentivando el rápido deterioro del medio ambiente, acabarnos un precioso recurso natural no renovable, subsidiar injustamente a los más ricos y transferir sin sentido enormes cantidades de recursos al exterior, que es todo lo que nos cuesta mantener una distorsión de precios llena de buenas intenciones.
Considérese que el costo de no reanudar la política de ajuste gradual de los precios de las gasolinas y el diesel durante 2010 podría ascender a 60 mil millones de pesos. Esto equivale al presupuesto del Programa Oportunidades que beneficia a más de 26 millones de mexicanos y a tres veces el presupuesto de la Universidad Nacional Autónoma de México. Tal merma en los ingresos públicos o sería incongruente con la meta del balance presupuestario u obligaría a un recorte de gasto no deseado. Es responsabilidad del Poder Ejecutivo buscar soluciones que permitan hacer frente a los compromisos de gasto indicados por el Legislativo sin poner en riesgo la estabilidad de las finanzas públicas.
Incrementar cualquier precio de los servicios o productos que ofrece el gobierno no es una medida popular. Pero el gobierno del Presidente Calderón prefiere conducir con responsabilidad la política económica, lo que a veces requiere sacrificio, confianza y perseverancia. Es el único medio eficaz para preservar la estabilidad, recobrar el crecimiento y mejorar la equidad sostenidamente.