1322 palabras
Este día será la elección abierta del PAN para escoger al candidato a la Gubernatura de Chihuahua. La opción estará entre Pablo Cuarón Galindo o Carlos Borruel Vaquera. Los ciudadanos participarán en la medida que realmente les interese el futuro de nuestro Estado y en la medida que se quiera fortalecer la democracia como orden jurídico, forma de gobierno y sistema de vida.
La democracia sólo puede construirse con la participación ciudadana, informada y libre, no hay de otra. Porque sólo el pueblo salva al pueblo.
De ahí la importancia que tiene concurrir este día a los centros de votación que el PAN instalará en todo el Estado. Serán alrededor de 700 casillas en las que un poco más de 2000 personas recibirán el sufragio de los ciudadanos que, inscritos en el padrón electoral, se identifiquen con su credencial para votar. En www.localizatucasilla.com, se puede encontrar la dirección exacta de cada mesa receptora con sólo ingresar el número de la sección electoral que aparece en la credencial, y en esta misma edición de El Diario.
La decisión de abrir este proceso a todos los ciudadanos sean o no panistas, vuelve a ser trascendental. Hace seis años aquí mismo en Chihuahua se puso en práctica por primera vez el método de consulta a la ciudadanía. Frente a la dinámica de grupos que ha envuelto muchas de las decisiones del partido, la elección abierta mediatiza la acción facciosa y la estrategia clientelar porque pone en manos de muchos la decisión.
Contrario a lo que se vaticinaba, la competencia entre Cuarón y Borruel ha fortalecido el proceso panista y ha mostrado con toda claridad una interesante confrontación de puntos de vista, ha puesto sobre el electorado una amplia lista de propuestas y compromisos para solucionar los graves problemas que vive Chihuahua. El proceso que parecía destinado a amorcillarse bajo la pretendida candidatura única, en errónea interpretación de que ello supondría la unidad y enviaría un mensaje de fuerza, se tornó en una contienda que está a punto de darle una voltereta a los pronósticos electorales en nuestra entidad y a cambiar definitivamente el escenario político de Chihuahua.
Sí pienso que el proceso panista se fortaleció con la precandidatura de Pablo Cuarón. Nacida de un impulso vital y no desde la planeación soterrada que se empeñaron en descifrar inútilmente sus adversarios y detractores, muy rápido se convirtió en movimiento y luego en una especie de cruzada social que no puso el acento en recuperar Chihuahua para el PAN, sino en rescatar a nuestro estado para sus ciudadanos.
De resultar Pablo Cuarón el candidato del PAN, la elección estatal tomará un giro fundamental y el PAN se colocaría en efecto en la posibilidad de reconquistar esta plaza pionera del proceso democratizador de México y otrora bastión panista en el país, lo que impactará sin duda en el proceso de sucesión presidencial del 2012, mostrando las bondades del proceso abierto y reposicionando al panismo chihuahuense. Ello lo ha identificado perfectamente el PRI, de ahí que hayan seguido la táctica de tratar de ignorarlo como si no existiera el competidor que realmente los pone nerviosos.
De ahí la enorme responsabilidad que todos los participantes en este proceso tenemos de conducirnos con absoluta limpieza y altura de miras; particularmente los actores de primer plano, a quienes llama el deber de la unidad basada en el respeto al origen mismo del PAN.
He dicho que la verdadera unidad reside en la lealtad a nuestros principios y el respeto a nuestras normas. Que esperamos que este domingo, los precandidatos, equipos de campaña, dirigentes y autoridades electorales, se mantengan fieles a la tradición democrática del PAN y a la legalidad. Estoy absolutamente seguro que si el proceso y la jornada de hoy se conducen con limpieza, la unidad del partido estará asegurada.
De lo contrario, se perdería una enorme oportunidad de salir todos juntos a derrotar al PRI. Por ello estaremos atentos y vigilantes de la jornada.
Es necesario cuidar escrupulosamente el proceso para que quien gane, tenga la fuerza política y moral de convocar a todos al esfuerzo y poner hacia afuera como referente y ejemplo, lo que sucede en casa.
La experiencia reciente nos hace tomar conciencia de esa responsabilidad. Hechos hasta ahora impunes, que nos avergüenzan profundamente como panistas y que la opinión pública ha conocido genéricamente como "el Batopilazo", nos urgen a documentar y presentar ante las instancias partidistas y legales, las denuncias que sean necesarias.
En buena hora, el Alcalde de la ciudad de Chihuahua, Álvaro Madero Muñoz, ha tomado la iniciativa de presentar a través de la dirección jurídica del H. Ayuntamiento una denuncia penal por peculado electoral ante el ministerio público local relacionada con los hechos que se suscitaron en el Instituto Municipal de Planeación, donde se operaba acciones proselitistas y de propaganda electoral a favor del alcalde con licencia Carlos Borruel.
Era ineludible actuar de esa manera, pues en la connivencia e impunidad con tales violaciones legales y distorsiones del servicio público, el PAN se ha ido desdibujando en la mirada ciudadana de lo que fueron sus rigores éticos, y no pocos son los que terminan asemejándonos a nuestros adversarios.
Cuarón y Borruel firmaron un pacto de civilidad para la unidad; es de esperarse que se cumpla el día de hoy. Este no incluye por supuesto complicidad o silenciamiento alguno frente a irregularidades que se puedan presentar.
Sin embargo, nada será tan aleccionador y nada actuará como mejor garantía de un proceso limpio y transparente que la participación ciudadana. Los chihuahuenses deben saber que cuando el PAN abrió la elección, en realidad los está invitando para que sean actores, testigos y vigilantes de un proceso democrático.
No nos opondremos a que se motive y recuerde la oportunidad de participar hoy domingo, pero rechazaremos cualquier presión o acarreo de votantes. En lo único que el PAN no puede caer, es en lo que le ha criticado al PRI.
Y por supuesto, esperamos de los medios de comunicación su trabajo profesional para dar cobertura informativa de nuestro proceso a toda la población de manera precisa y puntual. Son el mejor instrumento que tiene la democracia para preservarse autentica.
Esperamos que lo grotesco, sólo suceda en el partido de enfrente. Ahí veremos la culminación de una farsa que se inició entre cinco precandidatos que nunca fueron tales, aunque alguno de ellos con ingenuidad que no le queda, supuso serlo. Todo estaba dicho desde antes porque en los fríos cálculos de la política sin escrúpulos, la simulación es un método aceptado que culmina con una fotografía de brazos alzados y sonrisas exageradas.
En el contraste de esos métodos eleccionarios que hoy formalizan PRI y PAN, está más que la diferencia de una estrategia de unidad y de una táctica de fuerza y competencia, una antípoda moral sobre la concepción de la democracia y el papel central que el ciudadano debe jugar en las decisiones más importantes que afectan su destino.
Hoy el PRI realizará una ceremonia de unción del dedazo que hizo a Duarte candidato, nosotros deseamos celebrar con alegría una fiesta democrática de la que saldrá el próximo Gobernador de Chihuahua.