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Una bebé prematura sorprendió al personal del Hospital Infantil Hubei, de Hunan, China, al descubrirse mediante un análisis que la pequeña, de poco más de un mes de edad, tiene la sangre de color rosado.
Según información del China Daily, la niña había nacido aparentemente sin complicaciones, sin embargo unas semanas mostró algunos síntomas de malestar. Tras algunos análisis y estudios los médicos detectaron que la bebé sufre de hiperlipidemias, infección pulmonar, anemia y retinopatía, además de que por todo el cuadro sufrido su sangre posee un tinte rosado a diferencia del rojo característico.