Álvar Rubio se siente dueño de la Secretaría de Salud. Por eso, a base de prometer días económicos o de amenazas, ha requerido a los compañeros de esta ciudad, Valladolid, Ticul y Tizimín para que vengan a las oficinas centrales, para que al momento de pegarse la convocatoria para elegir Secretario General del sindicato, haya una concentración humana apoyando su reelección, aunque esto signifique dejar sin personal las unidades del interior del estado, con el consecuente perjuicio para la ciudadanía. El doctor Ariel Pacheco Sánchez —aspirante a la secretaría del Sindicato de Salubridad— advirtió lo anterior.

"El panorama entre los trabajadores de la Secretaría, tendiente a renovar la directiva sindical, no es el más adecuado pues hay mucha gente que está siendo amenazada para apoyar la reelección del actual dirigente, Álvar Rubio Rodríguez. Esto ha marcado un importante deterioro para las condiciones de competencia, ante un marcado "terrorismo laboral". Si alguien a quien se le acerque no lo apoya, puede ser que al día siguiente no se encuentre en la Secretaría trabajando", afirmó Pacheco Sánchez.

—Se está coartando la libertad y la autonomía de los compañeros —destacó. Se esta procediendo de manera contraria a los principios del sindicalismo. Las personas deben votar por sus ideales sin que se les obligue a hacer algo con lo que no estén de acuerdo. Álvar Rubio niega la pluralidad, quiere que todos piensen igual que él y, si no es así, ejerce represalias contra los disidentes.

—Álvar Rubio modificó los estatutos sindicales a su favor —consideró Pacheco Sánchez y añadió— Para reelegirse, Álvar amenaza al personal con no entregar el estímulo anual que corresponde por asistencia y productividad a los trabajadores si no lo apoyan.

—En todo el sistema de salud se están llevando a cabo amenazas e intimidación para apoyar a Álvar: en Mérida en el O'Horán, en el Materno Infantil, en el Centro de Salud de Mérida, en Kanasín, en Umán, en Valladolid, en Ticul, en Tizimín, en Progreso, en todas las unidades está ocurriendo. Y sucede ante la pasividad o abierta colaboración de los directores de estas instancias. Ellos son amenazados con ser despedidos si se oponen, pues son personal de confianza y es más fácil removerlos.

—El Secretario de Salud, el Dr. Álvaro Quijano Vivas, "finge demencia" ante estas situaciones. Así contribuye a ratificar la certeza que tiene Álvar Rubio de que podrá realizar sus tropelías impunemente. Por eso se siente dueño de la Secretaría.

—No me cabe duda —continuó Pacheco— si las condiciones de competencia electoral se dan con legalidad, saldremos victoriosos, pues la gente de la secretaría está harta de los abusos y arbitrariedades de Álvar Rubio Rodríguez, que basa su fuerza en su parentesco con la gobernadora del estado.

—Queremos dignificar el sindicato y que los beneficios del sindicalismo lleguen a quienes se lo merezcan, por currículum o por antigüedad —mencionó. Nuestras aspiraciones se sintetizan en la divisa de campaña que, llegado el momento de registrarnos, usaremos: Un Sindicato Para Todos, finalizó.