1437 palabras
A 15 meses meses de haber sido creada la Dirección de Salud Mental de la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY), no será sino hasta 2010 cuando se le asigne presupuesto por vez primera, el cual incluirá la construcción de un nuevo hospital siquiátrico y el actual se convertirá en un "albergue para enfermos mentales", informó su titular, Dr. Ariel Enrique Lugo Rodríguez.
El nuevo hospital se levantaría en terrenos del actual nosocomio, ubicado a un costado del Parque Ecológico del Poniente, en la confluencia de las colonias Bojórquez y Francisco I. Madero, donde -según el funcionario- hay más de cinco hectáreas desperdiciadas.
—Se trata de un proyecto integral. Aunque será pequeño, con no más de 30 ó 35 camas, porque será de corta estancia, también se buscará que sea moderno. Incluirá una cancha de usos múltiples techada, consultorios, dos especie de auditorios y talleres protegidos, es decir, fuentes de trabajo para los pacientes, pues hay quienes pueden realizar trabajos sencillos y lograr una remuneración económica.
—Nos han criticado a nivel nacional -admitió- porque la tendencia mundial es cerrar hospitales siquiátricos y que sean las clínicas de segundo nivel los que asuman la responsabilidad del paciente siquiátrico... Nuestro caso es sui géneris; nuestro hospital de segundo nivel es el O'Horán que no puede soportar una carga de salud mental.
El edificio del Hospital Psiquiátrico actual, que se convertirá an Albergue para Enfermos Mentales una vez que el nuevo sea construido.
—Lo platicamos con la titular del ejecutivo y se comprometió a construir un hospital siquiátrico nuevo que deberá ser presupuestado en 2010. El actual se convetirá en un albergue para enfermos mentales.
-Ahorita el gran problema es que en un mismo sitio tenemos pacientes agudos, crónicos y otros que prácticamente viven ahí y lo que se requiere es un espacio donde el paciente permanezca no más de 15 ó 20 días, sea compensado y devuelto a su casa.
El Dr. Lugo Rodríguez recordó que cuando lo invitaron a trabajar en esta administración existía la Coordinación de Salud Mental, que estaba conformada por un coordinador y siete colaboradores e hicieron el compromiso con la gobernadora de que en breve plazo la convirtieran en una dirección para tener las facultades de ejercer todos los programas que tenían en la cabeza.
—Esto se logró poco tiempo después, en febrero de 2008 -continuó- se creó la dirección para poder implementar todos los programas.
¿Se convirtieron en dirección en 2008 y hasta ahora no tienen presupuesto?
—Dentro del cuerpo normativo somos una dirección que estamos operando, pero para tener presupuesto y demás cosas tenían que hacerse una serie de cambios jurídicos en el reglamento interno para renovar el organigrama para poder hacer esto... Pero ya está listo, está a punto de ser enviado al Ejecutivo para su publicación en el Diario Oficial y entonces poder tener acceso...
—Esto no quiere decir que no tengamos dinero, que estemos trabajando gratis -enfatizó. Hay una serie de caminos que los administradores llaman de economías donde está saliendo el presupuesto de nuestros programas.
Según el funcionario, la organización de la secretaría (de Salud) es tan noble, que con el personal de las tres jurisdicciones sanitarias en que está dividido el sector salud "tenemos gente que opera todos nuestros programas sin estar dentro del presupuesto de salud mental".
Indicó que para la nueva dirección de Salud Mental hay 32 personas, incluido él, para el aspecto normativo y para la parte operativa tendrán que esperar a que les asignen presupuesto para contratar "no menos de 5 o 6 psiquiatras y no menos de 15 psicólogos".
¿Hubo un proyecto para sustentar la viabilidad y factibilidad de esta dirección?
-Sí
¿Quién lo calificó?
—Se estuvo trabajando con el doctor Ulises Carrillo. Él se encargó de esta viabilidad y de todas esas cosas. En un primer momento fue rechazado por la Secretaría de Hacienda estatal, pero luego se le presentaron nuevos estudios.
¿Quién revisó y aprobó ese estudio?
—Lo revisan y aprueban las mismas autoridades gubernamentales para ser autorizado... El costo beneficio está garantizado. El gobierno actual tiene mucho interés en la salud, en particular en la salud mental, porque la cronicidad de la enfermedad tiene un costo muy grande, pero el ahorro será mayor si el paciente recibe una atención adecuada en breve tiempo y se le puede reinsertar a su familia y sobre todo en el área laboral.
—El criterio para crear esta dirección fue la necesidad que había... dentro del presupuesto gubernamental, el de la salud no es de los más grandes y dentro de los presupuestos en salud, el de salud mental es el más chiquito.
—Como médicos estamos acostumbrados a que sólo existe lo que duele, lo que vemos que duele, te fracturas y nadie puede dudar que te está doliendo. Los trastornos emocionales mentales son padecimientos que no se ven y muchas veces a nivel social, del mismo gremio médico, son padecimientos que se cree son generados a voluntad por el paciente.
—Por eso se propuso crear esta dirección. Se llenaron los requisitos para demostrar que los problemas de salud mental son problemas de salud pública. No se estaban mirando de esa forma y fue necesario sentarnos a documentarlo. Se demostró que no íbamos a ser los primeros porque hay tres o cuatro estados con dirección de salud mental como Chihuahua, Veracruz y Tabasco, y otros dos, Guadalajara y Durango, que están mucho más adelantados porque ya cuentan con institutos de salud mental.
—Anteriormente -recordó- era un simple programa; ahora como dirección tiene dos subdirecciones: una de apoyo que es la que lleva todos los programas de capacitación contínua, certificación, evaluación y demás. La otra subdirección es la que lleva el resto de los programas en cuanto a prevención.
¿Qué harán ahora que no podían hacer cuando no eran dirección?
—Hacemos un estudio en zonas indígenas para determinar qué significa salud mental dentro de la cosmovisión maya y poder implementar programas que sean mejor entendidos.
—Otro asunto es que como dirección pudimos convocar a muchas asociaciones para integrar el Consejo de Prevención de Adicciones. Antes, como coordinación, no teníamos la facultad de hacerlo y teníamos que informarlo a una subdirección. De ahí a una dirección y después con el secretario.
—Hemos formado grupos de autoayuda de padres con hijos con trastorno por déficit de atención y se han creado nuevos programas, como el de prevención de la depresión y suicidio, pues llevamos de 5 a 6 años de no salir de los tres primeros lugares en incidencia de suicidio.
Al término de esta administración ¿qué es lo que esperan haber logrado en terminos de salud mental en el estado?
—Nosotros aspiramos a tener procesos estandarizados de manejo, tener cuando menos todas las bases para sustentar una necesidad de un instituto de salud mental para que, aunque sabemos que autoridades van y vienen, venga quien venga, esto esté tan estandarizado, tan bien sustentado, que no pueda ser borrado, que no pueda ser convertido de nuevo en un programa, como estuvo antes; que siga cuando menos como dirección o instituto. J.G.C.U.