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Mérida, Yucatán, 23 de junio de 2011.- Con el propósito de preservar los inmuebles emblemáticos de la ciudad, el Ayuntamiento de Mérida interviene ya mediante trabajos de restauración y mejoramiento en el edificio de El Louvre, uno de los 719 considerados en el Programa de Rescate de Fachadas del Centro Histórico.
Este recinto con estructuras que datan de la época colonial está catalogado como Monumento Histórico por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y es uno de los más importantes que se conservan del período del virreinato fundacional de la Ciudad de Mérida.
Con la finalidad de recuperar la belleza de dicho recinto, especialistas en restauración de la Dirección de Desarrollo Urbano realizarán durante nueve meses trabajos de remodelación y restauración con el uso de materiales, aplicaciones y lineamientos de preservación que establece el INAH.
La subdirectora de Patrimonio Cultural Edificado, María Elena Torres Pérez, indicó que la alcaldesa de Mérida, arquitecta Angélica Araujo Lara, impulsa de manera decidida el Programa de Rescate de Fachadas con la colaboración de propietarios de los inmuebles.
En esa tarea de preservación conjunta, dijo la funcionaria, los dueños de los edificios invierten en materiales y el gobierno municipal aporta los permisos correspondientes, los proyectos, la mano de obra y la supervisión.
Torres Pérez precisó que al intervenir la facha del Louvre, se preserva el edifico histórico, se enriquece el valor arquitectónico de la zona y se promueve la participación ciudadana, así como la conservación en general del Patrimonio Cultural Edificado.
El predio ubicado en el cruce de las calles 61 con 62 perteneció al conquistador Alonso López de Herrero y su importancia histórica le hace merecedor de un solar o lote de terreno en la zona más importante del centro, es decir, en los alrededores de la Plaza Mayor.
El nombre referencial con que muchos ciudadanos adultos ubican a este predio, deriva de que aproximadamente en los años 30 del siglo XX, y después de varios usos diferentes a los de vivienda, se ubicó el restaurante Louvre, de donde toma su nombre la esquina después de casi 80 años de ocupación, dijo la funcionaria.
Este edificio en particular conserva balcones con ménsulas de madera, incluyendo el balcón en chaflán que se construyó sustituyendo al balcón esquinero original, mismo que se perdió en las primeras décadas del siglo XX, comentó la subdirectora.
Torres Pérez mencionó que en su interior se conservan vestigios de la vida colonial de Mérida, como los maderos empotrados en las paredes, que servían para atar a los equinos luego de separarlos de las carretas. Boletín del H. Ayuntamiento de Mérida.