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(El Dr. Alfonso Peniche solicita al consejo editorial de este medio la publicación de su petición a las autoridades judiciales de Yucatán).
Todos los comentarios de amigos, compañeros y conocidos, coinciden en que las autoridades de la procuraduría y/o de los juzgados, fueron demasiado irresponsables al filtrar a los medios de comunicación el caso de extorsión en el cual me vi involucrado. Irresponsables, porque con esas filtraciones, no sólo ponen en peligro la vida de mi hermano —si aún estuviera vivo— sino tambien la de mi familia, ya que pudieran existir represalias por parte de los auténticos secuestradores o cómplices de este extorsionador. Hasta aquí los comentarios que agradezco de estas personas.
Ahora bien, a nombre de la familia Peniche Perules y Peniche Manzano, por mi conducto me permito desaprobar esa filtración a los medios de comunicación que en forma irresponsable efectuara "alguien" de la procuraduría o del juzgado, filtración que lejos de ayudar, perjudica enormemente al silencio que horas antes del operativo nos pidiera el procurador, allá, en su sala de juntas de la procuraduría del estado.
No culpo a los medios de comunicación, quienes en forma responsable y oportuna han dado cobertura amplia al secuestro de mi hermano, Dr. Delio Arturo Peniche Manzano. Estos medios están en su trabajo y ésa es es su función: buscar la nota, por lo que no tienen ninguna responsabilidad en el caso que nos ocupa. Responsables son aquellos funcionarios, no se si de primera o de quinta, quienes sin importarles el daño potencial que pueden ocasionar a mi hermano y a toda mi familia, incluyéndome a mí, obviamente, efectúan estas trapecerías.
No es posible que los medios de comunicación hayan entrado y robado el expediente, como para tener tantos datos, tan precisos del operativo. Sinceramente ni yo los conocìa tan detallados como los leí. Indudablemnete que alguien se los proporcionó en forma total, pues sólo así se explica lo tan detallado de la nota periodística. Para los trabajadores de los medios de comunicación, reitero mis respetos, pero para tan irresponsables funcionarios exijo una investigación profunda y seria, con el castigo ejemplar de acuerdo a la ley de responsabilidades del servidor público. Considero que no es necesario interponer demanda, pues estos delitos pienso que se persiguen de oficio.
No estoy en contra la libertad de expresión. Al contrario: la promuevo. Contra lo que estoy es este tipo de acciones canallezcas que entorpecerán las averiguaciones futuras y que sin dudarlo ponen en riesgo la vida de mi hermano y, por qué no decirlo, la mía propia. De enterarse los auténticos secuestradores, podrían vengarse, al comprobar mi indiscreción en el caso.
Al Señor Procurador del estado, amigo y compañero de muchìsimos años, Abog José Guzmán Pacheco, le digo que un servidor para nada le falló, (ni le fallarà) en cuanto a la discreciòn que nos solicitó horas antes del operativo, que le cumplì y le seguiré cumpliendo en todo aquello que abone a favor de dar con el paradero de mi hermano. Por el tiempo transcurrido del ilícito, es hora ya de entregar resultados a nosotros los ofendidos y a la sociedad en general, que clama por un resultado, fuera cual fuera. Pero ya es hora de saber la verdad, por la tranquilidad y seguridad de nuestra sociedad.
Las negativas a la coadyuvancia, a la copia certificada del expediente, a las más de las siete evasivas de entregarme copia simple del expediente, a la falta total de respuesta a mis dos solicitudes por escrito de audiencia con la gobernadora y a la desapariciòn de $ 4,000.00 pesos, la desapariciòn de las mantas colgadas en diversos puntos de la ciudad en horas de la noche, lejos de desanimarme, me fortalecen para continuar luchando por esta causa noble y humana. A falta de todo lo antes mencionado, continuaré aportando a las autoridades toda evidencia que tenga con el fin de lograr nuestro primer y unico objetivo: DAR CON EL PARADERO DE NUESTRO HERMANO Y ESPOSO DE NUESTRA CUÑADA EDITH PERULLES.
Por último, por razones obvias y de la magnitud del caso, desde este momento hago responsable de nuestra integridad física de toda nuestra familia Peniche Manzano y Peniche Perulles, a las autoridades responsables de estar llevando los casos de secuestro y extorsión, por su irresponsabilidad de guardar el sigilo, que a un servidor le pidieron, pero que de alguna manera se les fue de las manos. ATTE, Dr Alfonso J Peniche Manzano. Cel. 999 947 4525, para cualquier aclaración o duda.