52 semanas. Un año. Durante estos 365 días, contracorriente, contra las dificultades económicas, Artículo 7, ha sido un esfuerzo titánico. Hemos sobrevivido andanadas poderosas que han buscado una y mil maneras de silenciarnos. El primer semanario gratuito de Yucatán ha sobrevivido llamadas para amedrentar a nuestros anunciantes. Ha sorteado el asedio a voceadores que distribuyen el ejemplar que tienes en la mano.

El papel que Artículo 7 ha asumido en Yucatán es presentar reportajes basados en pruebas, en datos, en elementos que otros no se atreven siquiera a revisar o a mencionar. Nos interesa proporcionarle a nuestros lectores información que permita analizar la realidad yucateca con una visión crítica.

En un momento de la historia de Yucatán en donde la sociedad civil parece postrada, desarticulada y enmudecida Artículo 7 llega para dar elementos de juicio a los individuos que quieran ir más allá de lo que proporciona una mediocracia hecha a la medida de los poderosos y de quienes quisieran que todo siga igual. O que cambie de protagonistas, pero que las cosas de fondo y los métodos en realidad no se muevan.

A nosotros nos mueve que las cosas se muevan. Que las consciencias se agiten. Que las personas tengan elementos para decidir fundadamente, desde el estudiante hasta el ama de casa, desde el ámbito del trabajo hasta el mundo político, desde la economía hasta la cultura. Apenas estamos empezando.

Gracias, lector por abrirnos las puertas de tu mente, que son las que nadie puede ni podrá finalmente cerrar —a pesar de que algunos quisieran que se mantengan en blanco o llenas de otras cosas para no pensar en lo importante. Nuevamente, gracias.