Insensible ante el sufrimiento de los animales y cruel en su trato

La sociedad yucateca es cada vez más indiferente ante el maltrato hacia los animales y más violenta contra ellos, pues los quema, tortura y los mata con total impunidad y sin que ninguna autoridad intervenga para protegerlos.

"De todos los lugares a los que he ido en América Latina, no he conocido pueblo más cruel que Yucatán en el maltrato de animales", afirmó la Dra. Rosario Sosa Parra, presidenta de la Asociación por los Derechos de los Animales en Yucatán, (ADAY).

Mencionó que entre los abusos que la gente, incluso los propios dueños, comete contra esos seres indefensos está el descuidarlos, quemarlos, torturarlos e incluso matarlos.

— En otros países que he visitado, como Perú, la gente es más considerada con sus mascotas; no como en Yucatán, donde ni los dueños respetan a sus propios animales.

La Dra. Rosario Sosa Parra, presidenta de la ADAY, se queja de la crueldad de los yucatecos hacia los animales.

Como ejemplo de estos actos insensibles y de crueldad excesiva mencionó el de "El Sinaloense" un toro entrenado para destripar caballos y cuyo éxito fue inmediato debido al morbo que alimentó entre la gente que disfrutaba el sangriento espectáculo y que incluso pagaba más por verlo.

—Pero no sólo estas acciones se consideran maltratos y crueldad, sino también el descuido de las propias mascotas y el no responsabilizarse de ellas, lo que puede resultar en perjuicio del propio animal y en la mayoría de los casos, en su muerte.

Al respecto, relató el caso de un vecino que se quejó y amenazó al dueño de un perro porque el animal maltrataba su césped, pero éste ignoró la advertencia. Entonces el vecino afectado decidió tomar una acción en venganza y le cortó el hocico al animal.

—Aquí hubo una gran irresponsabilidad del dueño del perro que no pensó en el peligro al que exponía innecesariamente a su mascota. Tuve que dormir al canino para evitar que siguiera sufriendo.

En cuanto al asesinato de cuatro gatos y un perro en la colonia Pacabtún, que fueron envenenados por un vecino, opinó que los dueños de las mascotas debieron haber tomado más en serio la amenaza de muerte que cernía sobre ellas y evitar que sus mascotas siguieran molestando al vecino.

{xtypo_quote}La crueldad hacia los animales es la punta del iceberg a una sociedad insensible y cruel, lo que generará delincuentes en potencia{/xtypo_quote}

Delincuentes en potencia

En amable entrevista con Artículo 7, la Dra. Sosa Parra externó su preocupación por la indiferencia de la sociedad ante la crueldad y violencia que sufren los animales y su falta de humanidad para celebrar como "travesuras" las mutilaciones y golpes que los menores propinan a perros y gatos.

— Un niño que lastime, mate a un animal o se divierta torturándolo debe recibir un castigo, ya que si no se sensibiliza por el dolor de otros seres vivos, muy pronto tampoco sentirá dolor por lo que le suceda a sus semejantes humanos.

{xtypo_quote_left}La gente se ríe cuando lo digo, pero es un hecho. Muchos asesinos comienzan matando animales y los padres que permiten que sus hijos lastimen a estos seres indefensos y que además se los celebren como travesuras están criando futuros agresores. Así que no se sorprendan cuando más adelante los golpeen o los maltraten porque eso es lo que están fomentando.{/xtypo_quote_left}

Señaló que ante la terrible realidad de miles de animales, la ADAY, asociación a su cargo con más de 14 años, tiene entre sus objetivos difundir y enseñar el respeto y la no-violencia a estos seres mediante pláticas informativas en escuelas, lo que no puede ser totalmente exitoso si los padres no forman parte en esta formación de valores.

Reglamento inútil

Con respecto a la Ley para la Protección de la Fauna del Estado de Yucatán aprobada desde en 1999, la presidenta de la Aday expresó su inconformidad por la falta de un reglamento estatal que ayude a aplicarla la ley y a castigar a quien maltrate, torture o mate animales.

—He platicado con el diputado Rodolfo González Crespo, presidente de la comisión de Ecología y Protección del ambiente y con otros miembros del Ayuntamiento para hacerles ver que hace falta un reglamento a nivel estado que haga valer en verdad la ley de protección a las especies, ya que para eso están los diputados para ver por el bien de todos, incluyendo la fauna del estado.

Cartel de la ADAY para promover la esterilización de los animales y evitar que miles de ellos nazcan para ser abandonados, atropellados, maltratados o abandonados.

Dijo que sin embargo su solicitud a González Crespo y a otros diputados más, no ha tenido éxito debido a que se excusan para resolver el problema diciendo que el reglamento debe ser de ámbito municipal y que debe de verlo con el Ayuntamiento de Mérida.

Expresó que el reglamento actual de para el Control Sanitario y Protección de la Fauna Doméstica establecido por el Ayuntamiento desde el 2003 se utiliza más bien para sancionar a los animales que para protegerlos. Como ejemplo, citó que por matar o infringir daño a un animal, la sanción es de 8 a 10 salarios mínimos.

—Eso es una burla, para que fuera una verdadera sanción debería al menos ser una multa de cien salarios mínimos.

Añadió que sin importar lo que diga el reglamento municipal a favor de los animales éste no se cumple, primero porque no hay autoridad encargada de vigilar que realmente se aplique; y segundo, porque las sanciones son rídiculas.

Finalmente, dijo que urgen que se hagan campañas de sensibilización a la población para promover el respeto por la vida de los animales y que los funcionarios públicos desquiten su sueldo -que es mucho- creando un reglamento estatal que avale la ley a favor de los animales y que se aplique por igual en todo el estado en lugar de estar esperando que cada municipio haga su propio reglamento, lo cual no sucederá debido a la falta de interés.

ADAY tiene 14 años trabajando por la ecología y los derechos de los animales. Entre las labores que realiza están las campañas permanentes de esterilización a perros y gatos; y de promoción de cuidado a animales, rescate de zarigüeyas y otros seres vivos.