411 palabras
En la antigüedad la epilepsia era considerada un castigo divino, pero actualmente se sabe que es una enfermedad que aqueja a más de un millón y medio de mexicanos. En Yucatán, a pesar de que no se tiene una estadística formal se ha registrado que el 35 por ciento de las consultas de neuropediatría a menores de 14 años son por este padecimiento, informó el doctor René Rodríguez Kob, especialista en neurología del Instituto Mexicano del Seguro Social en el Estado.
Por muchos años este mal ha sido visto como algo diabólico o sagrado, por ello los egipcios le decían “neceget”, que quiere decir enfermedad temible mandada por los dioses. En algunas zonas continúa siendo catalogada como un castigo divino.
El especialista explicó que la epilepsia es un padecimiento provocado por un “estallido” en la corriente que produce el cerebro debido a un exceso de la energía con la que trabajan las neuronas, y en los niños generalmente se presenta por alteraciones genéticas, congénitas o infecciones durante el embarazo, por lo que se recomienda una estricta supervisión médica durante este periodo.
Nadie está exento de una crisis epiléptica ya que puede ser provocada también por malos hábitos, una inadecuada ingesta de medicamentos, estimulantes como café, alcohol, tabaco o refrescos de cola, entre otros.
La peligrosidad de la epilepsia reside también en las circunstancias que se presentan alrededor de un ataque, ya que los pacientes se pueden lastimar, quemar, si están manejando o nadando pueden sufrir un accidente fatal o atropellar a otras personas, dijo el neurólogo.
Para prevenir la epilepsia es importante evitar accidentes y traumatismos craneoencefálicos y sobretodo contar con supervisión médica durante el embarazo. Comentó que si este mal es detectado a tiempo puede ser tratado para que la persona lleve una vida normal, finalizó el especialista haciendo un llamado a todos los derechohabientes que presenten síntomas de crisis epilépticas y a las mujeres embarzadas, para que acudan a su médico familiar, se efectúe un diagnóstico oportuno y, en su caso, reciban el tratamiento adecuado.