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Si algo caracteriza al PRI cuando está en el poder, es la vieja costumbre de vivir de la "unidad" para tapar sus diferencias. Así, con la mejor de sus caras y discursos apasionados, los que se quedaron a la orilla, fieles a la costumbre de su tricolor partido, se reunieron para la foto y con ello mostrar que todo está en santa paz alrededor de la designación de Angélica Araujo como candidata a la Alcaldía de Mérida.
Uno ya no sabe si de verdad hubo competencia por la nominación tricolor, o fue parte de la estrategia política que vio en la flamante diputada federal como la idónea para encabezar el asalto a la joya panista que representa Mérida. Si todo fue parte de la “estrategia”, que papel poco digno jugaron las comparsas en la nominación: Cervera, Torres, Zapata, etc.
Pero de verdad, ¿todo está en santa paz entre los priístas, cuando la nominación de la angelical candidata llega de la mano, no de sus méritos políticos, que la verdad no tiene, sino del cobijo de la gobernadora?
La forma en que se le da la candidatura de su partido pone en el aire que la misma designación fue planeada desde hace mucho tiempo. Quiero imaginar que el arquitecto (a) del despegue político de la aún legisladora tiene su oficina en el Palacio de Gobierno. Mi duda es si es un proyecto personal de la gobernadora o es parte de la mercadotecnia política, cortesía de "nuestro propio Córdoba Montoya", Ulises Carrillo, ideólogo y gürú de la política del gobierno del Estado.
No dudo que en los próximos meses vamos a ver la versión remasterizada de la campaña de Ivonne Ortega a la gubernatura. El guión es de lo mejor: madre abnegada que lucha por sus hijas. Origen humilde y profesionista exitosa.
Vergüenza debiera darle haberse presentado hace seis meses ante los yucatecos para pedirles su voto como diputada federal, para que hoy, faltando a su compromiso para quienes efectivamente votaron por ella, acepte ser candidata al municipio meridano.
Qué pobreza se ve en todo este show que es la candidatura de Araujo, ya que no es ella sino quien está detrás de ella, quien en realidad lucha por la candidatura. Pobreza porque no veo un interés real por la gente de Mérida y sus problemas, ni siquiera por un proyecto político personal, sino las ambiciones de terceros. Show porque de eso se va a tratar este asunto: bailes, jarana, reggetón, lágrimas, fotos e historias que te lleguen al corazón.
¿Qué van hacer los priístas "de unidad" ante la imposición de la arquitecta? ¿Algún tipo de rebeldía...? Por supuesto que no!
Si fueran políticos de verdad lucharían por sus proyectos personales, pero ni eso, ya que en el diccionario tricolor "unidad" se traduce en dinero y mejoras personales desde el gobierno. Así que todos contentos y los que no, pues se aguantan.
Esperemos que después de dos años de sufrir un gobierno de telenovela encabezado por la gobernadora, los meridanos comprendan que la candidatura de Angélica es seguir una ruta de improvisación, falta de oficio, banalidades y lo más significativo, que todo en ella es armado: le armaron una diputación, le armaron una candidatura y seguramente le van armar un perfil para llegar al votante de la capital, qué no?