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La "propuesta ciudadana recaudatoria" que hace el señor domiciliado en Zacatecas que aparece en la última diapositiva de "Demanda ciudadana",(presentación que circula en la red) L.I. Leobardo Jara Batrés, a primera vista es lo que queremos todos los mexicanos, excepto quienes se vean perjudicados en sus intereses si se convirtiera en realidad en el futuro cercano.
Desafortunadamente entre esos perjudicados no pueden dejar de estar los que tendrían que aprobar las reformas necesarias a las leyes y/o a la Constitución: los legisladores diputados y senadores del Congreso de la Unión y en el caso de las que fueren constitucionales, quizá también los diputados de los congresos estatales. ¿Acaso habrá algunos legisladores federales que se hayan declarado "independientes" del partido político que los postuló?. Todos los demás están afiliados a uno u otro. Los partidos políticos también estarían en el grupo de los perjudicados.
Sin ser pesimista, por las vías normales necesitaríamos un cambio generacional y que los que nos gobiernen quieran y puedan, llevar al país a una cultura genuinamente democrática en la educación por la que deberá de pasar la nueva generación. ¿De quiénes podemos esperar razonablemente que lo hagan?
La otra es una vía para unos cuantos: la violencia, que so pretexto de hablar por el pueblo, la utilizarían, con todas las consecuencias en los distintos plazos, como medio para acceder al poder y perpetuarse en él. Seamos positivos y descartemos que los mexicanos vayamos en estos tiempos a apoyar esta vía, por lo menos la inmensa mayoría, salvo los exaltados que no faltan. Tampoco estarían ausentes los exaltados y comparsa que digan que los exaltados son la inmensa mayoría.
Lo anterior viene a colación porque ante esas perspectivas cabe preguntarse quién o quiénes se perjudican con la difusión en Internet de esa presentación y, lo que es más importante, quién o quiénes se benefician. No deja de ser de interés tener la certeza, alguna por lo menos, de lo que en ella se afirma, especialmente en lo que se refiere a lo que denomina la propuesta gubernamental. Tendríamos que saber quién es Leobardo Jara Batrés y realmente qué fines persigue. En el Internet aparece una referencia: está entre los amigos de un Jorge Armando Zamora Santiago, registrado en facebook. Habría que registrarse en ese sitio para seguir investigando. No es necesario, igualmente podría ser Juan Pérez.
No es necesario si nos vamos a quién o quiénes son los beneficiarios. Es obvio que "los malos" son la Secretaría de Hacienda y el gobierno federal, que aparecen haciendo la propuesta gubernamental y que es lo que se le va a quedar a un considerable número de los que vean la presentación. Cualquiera que fuere el partido político que, cuando se vea la presentación, ejerza el Poder Ejecutivo Federal, será asociado con "los malos", casi automáticamente.
No tan hábilmente los beneficiarios presentan una propuesta recaudatoria ciudadana "no importa el partido político que correspondan o apoyen"; piden que "envíes este correo a todos tus contactos, televisoras, radiodifusoras"; critican parejo tanto a funcionarios como legisladores sin distinguir partidos; piden se rebajen salarios y prestaciones de quienes critican; también piden que se acabe el corporativismo sindical (que organizaron y del cual son precisamente los usufructuarios). Los beneficiarios saben qué lejana está de poder convertirse en realidad la que llaman propuesta recaudatoria ciudadana.
Y no se requiere ser adivino para saber quién se beneficia realmente si ya sabemos quién es el "malo" y se perjudica: el otro con posibilidades que queda, y hartas, es necesariamente "el bueno". Con la conocida ejecutoria que tuvo y tiene aunque se anteponga el calificativo de "nuevo".
Adjunto va también un archivo que contiene un artículo ("La gran estafa") supuestamente de Germán Dehesa y que asimismo está circulando en la red. Asaz ilustrativo. Se podrá no estar de acuerdo con Dehesa en todas sus opiniones y sería conveniente intentar comprobar si la que está hoy día en la web es realmente suya, aunque por su factura así parezca. Aparentemente no tiene una página en Internet el periodista, escritor y columnista de Reforma y su dirección electrónica no es de fácil acceso ¿Para cuántos, sin importar el autor, la opinión que circula en la red ilustra la realidad? Abel R. Menéndez Navarrete
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Germán Dehesa.
Nadie quiere que le vaya mal a Fox, porque si le fuera mal a Fox, le iría mal a México. Con levísimas variantes ésta ha sido la cantaleta de los más connotados priistas y perredistas de nuestro País. Hoy estamos en la fase final del ciclo foxista (y del ciclo calderonista) y podemos afirmar que la mayoría de esos patriotas de opereta que afirmaron con voz emocionada las palabras que acabo de citar hicieron cuanto estuvo en su mano para que le fuera mal al Presidente Fox y le siga yendo mal al Presidente Calderón.
Los males que a la patria le han seguido por su conducta saboteadora y estúpida los tienen absolutamente sin cuidado: No tienen patria (ni matria), no la conocen, no la aman y les viene quedando más lejos que Zambia.
Para ellos lo fundamental ha sido demostrar que estos Gobiernos simplemente no han sabido gobernar, aunque bien se han guardado de decir que, tal como se presentaron las circunstancias, con un Legislativo mayoritariamente opositor, toda iniciativa de cambio y de gobierno estaba condenada a fracasar sin la concurrencia y el patriotismo de esta oposición primitiva y dinamitera.
Destaco aquí la condición hipócrita y taimada del PRI que fue el partido directamente agraviado, descobijado y damnificado por el triunfo de Fox.
Olvidamos demasiado rápido, pero yo conservo las imágenes y las palabras de próceres tan señalados como Dulce María Sauri y Roberto Madrazo, tan aparentemente dispuestos a cooperar y tan íntima y firmemente decididos a hacer tropezar una vez tras otra al nuevo Gobierno.
Estaban y siguen estando en actitud de haber sido directamente ofendidos y despojados. En su pequeñísima mentalidad existe la convicción de que México es propiedad exclusiva del PRI.
Hagan de cuenta que Dios les hubiera concedido una franquicia eterna. Desde esta percepción elemental y tomando muy en cuenta todas las malas pasiones que tienen uso de suelo en la almeja (despectivo de alma) de un dinopriista pandilla que tenía secuestrado al País, era indispensable demostrarle a los mexicanos el brutal error que habían cometido al echarlos de tan mala manera de Los Pinos.
Según ellos, esto fue una magna injusticia histórica, un grave error, una radical pifia de la ciudadanía. Por lo mismo, era prioritario demostrar que sólo el PRI sabe gobernar y consecuentemente, la malagradecida ciudadanía que había cometido la falta casi imperdonable de quitárselo de encima merecía un castigo ejemplar con el fin de que hiciera un acto de contrición, solicitara piedad y lo trajera de regreso a ese lugar que es suyo y solamente suyo.
En esto ha consistido la gran estafa. Están a punto de salirse con la suya. A muchísimos ciudadanos ya los han convencido de que sin líderes morales, como Manlio Fabio, Bartlett, Montiel, Chuayffet, Madrazo, Gamboa Pascoe, Salinas, Palacios Alcocer y demás garrapatas parasitarias, México no puede sobrevivir.
Los razonamientos (es un decir) que los avalan son secreciones cerebrales del tipo de: Serán rateros, pero saben gobernar. Serán asesinos, pero mantienen la paz social. Serán narcopolíticos, pero por lo mismo saben negociar con los cárteles. Serán malos mexicanos, pero en el mundo globalizado la idea de patria no significa nada.
Todas estas contrahechuras se fabrican desde un terreno mediáticamente preparado y abonado por una taimada campaña que ha insistido en un punto:
"Todos hemos querido ayudar a Fox y a Calderón, pero los pobres no tienen operadores ni capacidad de negociación."
Pregunto: ¿Quién puede "operar" con Manlio Fabio, o quién puede negociar y llegar a acuerdos con un traidor de tiempo completo como es Madrazo?
Leer todo esto como una defensa de Fox sería mi fracaso como escritor. Mi pretensión es otra. Lo que quiero decir es que Fox es un ser limitado (al Norte por su falta de oficio y exceso de ingenuidad y al Sur por su señora), pero al mismo Cristo resucitado que hubiera llegado a Los Pinos no le hubiera ido mejor rodeado de esa legión de Judas Iscariotes con los que había que lidiar.
Él también hubiera sido víctima de la gran estafa. Al final del día, ellos pretenden decirnos que los grandes culpables de 50 millones de pobres son Fox y Calderón, y que ellos, por más que quisieron ayudarlos, no pudieron, pero eso sí, constituyen nuestra gran esperanza.
Lectora, lector querido:
¿Deseas que estos bichos vuelvan a infestar Los Pinos?
Si no lo deseas, invita a todos los que puedas a leer este mensaje, para que lo podamos evitar.
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