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VERACRUZ, Veracruz, 8 de septiembre.- Al igual que la gastronomía, las bebidas igualmente forman parte de la cultura de cada Estado que conforman este bello país. Cada rincón tiene su propio estilo, su propia esencia, su propia tradición. Es importante saber valorar y distinguir aquello que nos da una identidad propia en el mundo. Aquellas cosas, díganse en este caso sabores, aromas y sensaciones, que llaman la atención de la gente que, incluso, viene desde el otro lado del orbe a sentirlas, vivirlas y, en este caso, saborearlas motu proprio.
Los mexicanos somos auténticos por naturaleza, nos expresamos en toda la extensión de la palabra, e incluso no nos medimos: descubrimos formas, sabores, olores, y provocamos esas sensaciones y las plasmamos en bebidas y comidas, que ya se convirtieron en tradiciones.
Es cierto que parte de nuestras semillas fueron traídas por los españoles, pero es cierto también que nosotros les dimos una autenticidad que en su país de origen no les dieron. Hemos sacado tanto provecho de ellas que ya son nuestras.
Un ejemplo claro es el café. Originario de la región de Etiopía, se extendió por toda la zona árabe hasta que fue llevado a España, lugar desde donde lo trajeron, y fue hasta 1790 en que llego a México. Principalmente los Estados de Veracruz, Michoacan y Oaxaca fueron los lugares en los que se le conoció. Actualmente, los Estados productores más importantes son Chiapas, Veracruz, Oaxaca y Puebla, aunque también se cultiva en San Luis Potosí, Guerrero e Hidalgo.
El café es importante porque es una bebida que se ha degustado de generación en generación, por lo cual forma parte ya de nuestra historia. Además es un gusto que unifica las clases sociales, ya que es una bebida típica de todos los mexicanos, ya que sin importar el estatus social lo consumimos. ¿Quién no ha disfrutado de un rico café de olla?, o bien, en el desayuno o cena, ¿de un café con un rico pan de dulce?
El café se puede tomar frío o caliente. Asimismo, muchos productos derivan de él, como el famoso licor de café, bebidas preparadas, postres, etc. Además de todo lo anterior, cabe recalcar que el aroma del café es muy característico y agradable. Se utiliza para saumar hogares como ofrenda para atraer dinero y activar la buena vibra, además que el aroma del café es tan penetrante y agradable que borra cualquier otro olor en el olfato. Es una herramienta que utilizan las personas que venden fragancias para poderlas distinguir unas de otras.
Cuando tomas café tienes la sensación de hogar, te remonta a un lugar cómodo que te hace sentir bien y lo mejor de todo es que lo hicimos nuestro. (Mane Alpízar, desde Veracruz)