México (13 de junio).- La coordinadora de Nutrición y Dietética del IMSS en Jalisco, Rosa Iselda Yáñez Neri, indicó que al margen de cambios de horario, uno de los factores que influye para tener un mejor sueño, es el tipo de alimento que se elige para la cena, así como la hora en que se consume.

Expresó que lo ideal es cenar a las 19:00 horas para dar tiempo al proceso de digestión, el cual en promedio toma un par de horas, pero además es fundamental que los alimentos que se consuman estén libres de carbohidratos, grasas y no estén condimentados en exceso.

Agregó que los carbohidratos están presentes en los productos hechos a partir de harina, como el pan, pero si además se acompañan con mermelada y algún licuado de frutas, resulta muy alto en azúcares y éstos son conocidos precisamente por incrementar la energía, lo cual redundará en dificultad para conciliar el sueño.

Añadió que la carne, sobre todo si va aderezada con pimienta, ajo u otro condimento fuerte, es un alimento difícil de digerir, por lo que no es aconsejable elegirla para cenar y menos aún si se acompaña con refrescos, debido a que el gas que éstos contienen, hace aún más lenta la digestión.

Manifestó que mucho pan o tortillas durante la cena, también van a alterar el ciclo del sueño, “tomar postres por la noche, sobre todo los chocolates, también va a dificultar un descanso efectivo” .

Destacó la temperatura de los alimentos que se eligen para cenar, “si éstos son tibios ejercen un efecto relajante muy adecuado para lograr conciliar el sueño, y lo de tomar un vaso de leche tibia es muy cierto.

“Asimismo, una pieza de fruta, una taza de té, o una rebanada de pan tostado adicionada con queso para untar, una cucharadita de miel o de mermelada (no excederse en la cantidad de dulce), además del vaso de leche tibia, son alimentos recomendables para la cena, sobre todo si se consumen al menos dos horas antes de dormir”, señala.

Además agregó que hay elementos como el cromo utilizado en regímenes alimenticios para bajar de peso, que deben evitarse a la hora de cenar, debido a que aceleran el metabolismo y por lo mismo impedirán un buen sueño.

“Otro punto importante a la hora de dormir, es evitar el ejercicio en horarios muy cercanos al que se tiene establecido para ir a la cama, el ejercicio te oxigena tanto que te cargas de energía y esto se contrapone totalmente con el descanso”, asegura.

Una dieta balanceada a lo largo del día y una cena ligera dos horas antes de dormir, contribuirán a que la persona esté bien nutrida, pero también a que consiga un mejor descanso y, en consecuencia, un óptimo rendimiento para sus actividades cotidianas.- (El Universal)