HERMOSILLO, Sonora, 4 de junio.- Para millones de mexicanos, lo único decente que logró hacer el ex presidente de México los últimos 3 años de su Gobierno fue decretar el día 5 de junio como Día de duelo nacional en base a sus facultades conferidas en el Artículo 89, Fracción I de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, con fundamento en los artículos 15 y 19 de la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, y 27 de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal.

El pasado 3 de junio del 2010, el entonces presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, declaró Día de duelo nacional el 5 de junio en conmemoración de los niños que perdieron la vida en la tragedia que enlutó a la Nación y que a 4 años, exhibe de manera vergonzosa al Estado Mexicano ante la opinión pública internacional.

“Que el 5 de junio del 2009, en la ciudad de Hermosillo, Sonora, se registró un incendio en las instalaciones de la Guardería ABC, Sociedad Civil, a raíz del cual fallecieron 49 niñas y niños y 75 infantes resultaron lesionados.

Que la magnitud de la tragedia conmueve y une al pueblo de México, refrendando la solidaridad para con los padres y familiares de los menores que perdieron la vida y que resultaron heridos;

Que el Gobierno de México, al tiempo que reitera que se continúa trabajando para evitar que tragedias tan lamentables se repitan en nuestro país, está consciente de que lo acontecido constituye una herida profunda y una pena que embarga no sólo al pueblo de Sonora, sino a todos los mexicanos, y

Que en testimonio a dicha tragedia, he tenido a bien expedir el siguiente

ACUERDO:

ARTÍCULO PRIMERO.- Se declara día de duelo nacional el 5 de junio, por la tragedia ocurrida en la Guardería ABC, Sociedad Civil en Hermosillo, Sonora, el 5 de junio de 2009. ^ ARTÍCULO SEGUNDO.- En señal de duelo nacional, se acuerda el izamiento de la Bandera Nacional a media asta el día 5 de junio de cada año.

El Presidente Felipe Calderón decretaría el 5 de junio como día de duelo nacional por la tragedia de la Guardería ABC a petición de un grupo de padres del Movimiento Ciudadano por la Justicia del 5 de Junio, solicitud avalada por el Congreso de la Unión; el decreto presidencial sería la primera de una serie de acciones que dieron inicio la semana previa a la conmemoración del primer año del incendio.

Como antecedente a esta decisión, se logró establecer que el 6 de abril del 2005, la Cámara de Senadores aprobó declarar el 2 de octubre como día de luto nacional, por lo cual cada año en esa fecha, así como el 5 de junio, la bandera mexicana será izada a media asta en memoria de los caídos en 1968 en Tlatelolco.

De esa forma los senadores aprobaron la reforma al Artículo 18 de la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, para establecer que el 2 de octubre el lábaro sea izado a media asta para conmemorar a “las víctimas de la lucha por la democracia”.

El 2 de diciembre del 2008, a 40 años de la matanza de Tlatelolco, el Senado de la República Aprobó modificaciones legales para reconocer el 2 de Octubre como una fecha de “duelo nacional”.

Las comisiones dictaminadoras precisaron que no se trata de otorgar al movimiento estudiantil del 68 un lugar en la historia, éste ya le pertenece, como tampoco de renacer o avivar una confrontación entre ciudadanos y Gobierno.

El objetivo de esta iniciativa, es que el Estado mexicano dé un paso en el reconocimiento de hechos del pasado que se dieron en el marco de la lucha por la democracia, y que desgraciadamente concluyeron en represiones violentas.

El 2 de octubre es un día que forma parte de la memoria histórica del país, quiérase o no, lo que tratamos de recordar es una fecha luctuosa que está en la conciencia nacional, en la búsqueda de algo también en la conciencia actual de las generaciones vivas.

Con la conciencia clara de que se está haciendo un esfuerzo por contribuir a la memoria histórica del país sin pretender, en absoluto, ni cambiarla, ni cambiar los hechos históricos, ni borrar mucho menos esa memoria histórica, el caso ABC, no puede ni debe ser la excepción. (Dossier Politico)