**Mérida, Yucatán, 2 de octubre de 2013.- “El 2 de octubre, día de los sucesos registrados en Tlatelolco, Ciudad de México, no se puede olvidar por la sencilla razón que ese día se cometió un genocidio, una masacre en la que perdieron la vida más de 200 estudiantes, comprobados hasta ahora”, dijo Francisco Xavier Robles Molina, escritor y director de cine, novelista y actor quien llegó a Mérida para participar en el programa de difusión cinematográfico “Kino-UADY”.

“Hubo traición porque mientras los negociadores de los estudiantes platicaban con los negociadores del gobierno ya se habían dado las órdenes de la masacre. Hubo felonía y traición porque había pláticas con los estudiantes”, expresó en conferencia de prensa, horas antes de su presentación en el auditorio Manuel Cepeda Peraza de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) donde se proyectó la película Rojo Amanecer, de la cual Robles Molina es autor.

“Además hubo cobardía evidente porque se atacó con tanques, helicópteros e infantería a un montón de estudiantes, casi niños, menores de 24 años, hombres y mujeres desarmados”, enfatizó acompañado de Guadalupe Ortega Vargas, periodista, escritora y colaboradora de Robles en la creación de varios guiones cinematográficos.

“Fue una manera insensata, absurda de acabar con un movimiento estudiantil que clamaba libertades democráticas en 1968 pero que, finalmente, no lograron. Cuando investigamos Rojo Amanecer encontramos que en las bibliotecas de la ciudad de México toda la información estaba recortada, quisieron borrar toda huella y memoria, afortunadamente había una pequeña biblioteca donde se recabaron muchos datos que vemos en la película”, explicó.

Robles recordó que escribió el libro y guión cinematográfico gracias un concurso que ganó. “Anduve un año con el libro bajo el brazo, nadie lo quería filmar, y entre las personas a las que les di la historia estaba María Rojo quien se la llevó a Héctor Bonilla quien tenía proyectos para invertir sus ahorros ganados en las telenovelas y fue así como llamaron a Jorge Fons para dirigirla y lo demás es historia de la producción que, por cierto, se grabó en la clandestinidad”.

“Como nuestros hijos eran participantes de la película algunos actores tenían temor de sufrir algún accidente y por eso filmamos con la reserva absoluta a los medios y hasta terminada la producción la presentamos a la Dirección de Cinematografía que la enlató y ante esto dimos la voz de alerta a la prensa y a la comunidad cinematográfica recibiendo apoyo inmediato hasta que finalmente Carlos Salinas vio la película y la autorizó”, detalló.

“Tengo otras películas políticas pero no se han filmado porque es parte de la represión y venganza, pero está Rojo Amanecer y esto es importante”, Robles reconoció que en esta fecha en la Ciudad de México hay disturbios. “Hay variedad de posiciones políticas de izquierda y derecha y una de éstas son los anarquistas que son quienes hacen estas actividades pero no representan el grueso y el común de los estudiantes o de los responsables de izquierda”, aseveró.

“No todos somos violentos, algunos creemos en la fuerza de los libros y en la fuerza del cine”. El autor recomendó a las nuevas generaciones de jóvenes “ver la película, es un clásico del cine mexicano. Ahí está el filme hay que invitarlos a verla y además hay otras producciones importantes de los años setenta”.

Del cine actual comentó que “vivimos un mal momento, películas intrascendentes con comedias absurdas rompiendo éxito de taquilla, pero esto hay que aclararlo, los distribuidores ponen el buen cine sólo tres o cuatro días porque según ellos no cubren la taquilla, en cambio los churros hollywoodenses están por semanas en cartelera”.

A su vez Guadalupe Ortega Vargas, compañera de Xavier, dijo que la ausencia de memoria los motivó a hacer algo al respecto. “Creo que el cine, de entre las artes, es un instrumento de concientización, de educación, cultura y memoria, si algo ha sido maravilloso de esta película es el rescate de esa memoria y ahora en algunas escuelas incluso es material didáctico y de investigación”.