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PEKIN, China, 27 de noviembre.- Aunque la basura espacial no representa un peligro para nuestro planeta, sí lo es para aquellos seres humanos que viajan al espacio exterior y para los artefactos y naves que llevamos ahí arriba. A medida que pasa el tiempo, ese riesgo va en aumento de forma exponencial.
Simulación de la Tierra rodeada de basura espacial.
La basura o chatarra espacial son los desechos de todas las misiones espaciales que han salido de la Tierra hacia otros planetas y también aquellos restos de satélites de experimentos o de explosiones que permanecen en órbita alrededor de la Tierra.
La basura espacial contiene de todo: tuercas, tornillos, 70,000 gotas radiactivas procedentes de combustible nuclear de misiones soviéticas, el guante del astronauta Edward White, perdido en 1965 -Si el guante llegara a impactar con la escafandra de un astronauta, la haría polvo-. Eso sí que es un verdadero guantazo; todo esto viajando a una velocidad de 28,000 km/h.
Se han destruido satélites mediante impacto de misiles como ocurrió el 11 de enero del 2007, cuando el ejército de China lanzó uno de ellos al satélite meteorológico Fengyun-1C. Desperdigó por el espacio 150,000 fragmentos de chatarra de más de un centímetro, de los cuales unos 3,000 de ellos tenían más 6 cm. Este suceso es el que más basura espacial ha generado.
El satélite Vanguard I, lanzado por Estados Unidos en 1958 y operativo hasta 1964 lleva medio siglo sin control y lo convierte en el objeto artificial inactivo más antiguo alrededor de nuestro planeta. Seguirá dando vueltas durante al menos 200 años.
Se ha calculado que orbitan nuestro planeta más de 700,000 objetos de entre 1 y 10 cm de diámetro (algunos científicos hablan de muchos millones), que podrían ser de poca importancia debido a su escaso tamaño, pero el problema no es el tamaño si no la velocidad a la que se desplazan y que es de decenas de miles de km/h.
La Estación Espacial Internacional (ISS) evoluciona en su órbita a 27,743 km/h. Un pequeño cuerpo de entre 1 y 10 cm, podría ocasionar daños gravísimos a cualquier nave espacial.
Los objetos mayores de 10 cm pueden ser localizados desde la Tierra con radares y telescopios, el resto no y los pequeños, precisamente por no verlos, son los más peligrosos, capaces de destrozar o hacer graves daños a las naves. Tengamos en cuenta que un cuerpo del tamaño de 1 cm (como una canica) a “sólo” 10,000 km/h, libera tanta energía en el impacto como una granada de mano.
Más de 20,000 objetos con un tamaño mayor a 10 cm flotan alrededor de la Tierra. La ISS, que es la mayor nave construida por el hombre, tan grande como un campo de fútbol (100 x 100 m), quedaría completamente destruida al toparse con desechos superiores a los 10 cm. La energía que se liberaría sería enorme, y el desastre, total.
Ya de hecho, los astronautas de la Estación Espacial Internacional, se vieron en serios apuros cuando un grupo de desechos pasó a solo 250 m de ellos. Los seis astronautas se tuvieron que refugiar en dos naves rusas Soyuz, acopladas a la Estación, por si era necesaria la evacuación. (Agencias)