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MEXICO, D.F., 19 de abril.- El Poder Judicial de la Federación echó abajo otro proceso penal relevante armado por la Procuraduría General de la República (PGR) durante el sexenio de Felipe Calderón: el caso Gadafi.
Luego de permanecer 18 meses recluidas en el Centro de Readaptación Social de Chetumal, Quintana Roo, un tribunal federal ordenó la excarcelación de la canadiense Cyndy Anne Vanier y la mexico-estadounidense Gabriela de Cueto, acusadas de intentar introducir al país a Al-Saadi Gadafi, hijo del ex dictador libio Muamar Gadafi.
Las liberadas fueron detenidas en noviembre del 2011 y arraigadas con otras dos personas que presuntamente participaron también en la operación para traer a México a Saadi Gadafi (en la foto).
Como en el caso de la francesa Florence Cassez, Vanier y de Cueto argumentaron en sus alegatos que durante su captura, en noviembre del 2011, las autoridades mexicanas violaron sus Derechos Humanos y constitucionales.
Ambas mujeres fueron arrestadas, acusadas y procesadas por su presunta participación en un complot internacional fraguado para introducir a México al hijo del ex dictador libio. Los delitos que les imputaron fueron: delincuencia organizada y tráfico de indocumentados en calidad de fomento y falsificación de documentación oficial
En esos hechos también fueron implicados Pierre Christian Flensborg, de origen danés, y el mexicano José Luis Kennedy Prieto, quienes fueron recluidos en un penal de Veracruz.
Durante el proceso penal, ambas mujeres se declararon inocentes de las acusaciones en su contra. Los testimonios fueron avalados por sus respectivos abogados.
Así, un tribunal federal otorgó un amparo y ordenó la inmediata libertad de dos mujeres acusadas de participar en la fallida Operación Huésped, cuyo objetivo era traer a México a uno de los hijos del ex presidente libio Muammar Gadafi.
Una de las dos liberadas fue acusada de ser el contacto directo con la familia del ex líder libio, Muammar Gadafi (en la foto).
El fallo fue concedido por el Noveno Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito de la Ciudad de México a Cynthia Ann Vanier, de nacionalidad canadiense, y a la mexicana-estadounidense Gabriela Dávila Huerta y/o Gabriela Dávila de Cueto.
Los magistrados Guadalupe Olga Mejía Sánchez, Emma Meza Fonseca y Miguel Ángel Aguilar López emitieron su resolución el 11 de abril, la cual se cumplió este viernes.
Las dos mujeres fueron puestas en libertad al considerarse que no hay elementos para declararlas culpables, además de que se incurrieron en diversas anomalías procesales.
Cynthia Ann fue acusada de ser el contacto directo con la familia Gadafi y presuntamente encargada de las finanzas de la operación, mientras que a Gabriela Dávila se le responsabilizó de estar relacionada con falsificadores de documentos.
Ambas fueron detenidas en noviembre del 2011 y arraigadas con otras dos personas que presuntamente también participaron en la citada operación para traer a México a Saadi Gadafi, hijo del extinto mandatario libio.
Así, dos mujeres que estaban presas desde enero del 2012, acusadas de intentar introducir ilegalmente a México a Saadi Gadafi, hijo del ex dictador libio Muamar Gadafi, fueron liberadas hoy, reveló el secretario de Seguridad Pública del Estado de Quintana Roo, Carlos Bibiano Villa.
De acuerdo con Villa, la canadiense Cynthia Ann Vanier y la mexicana-estadounidense Gabriela Dávila, que estaban detenidas por violaciones a la Ley General de Población, delincuencia organizada y falsificación de documentos oficiales, fueron liberadas la madrugada de este viernes.
La orden fue emitida por un juez federal al no acreditarse debidamente su responsabilidad, añadió.
Ambas habían sido trasladadas el 31 de enero del 2012 a Chetumal, capital de Quintana Roo (Sureste de México), a bordo de un avión de la Procuraduría General de la República (PGR).
Desde entonces estuvieron recluidas en la sección femenil del Centro de Readaptación Social de Chetumal a petición de la PGR.
Otros dos involucrados en el caso, el danés Pierre Christian Flensborg y el mexicano José Luis Kennedy Prieto, fueron recluidos en una cárcel de Veracruz.
El Gobierno mexicano anunció en diciembre del 2011 que había frustrado un plan para que Saadi Gadafi se estableciera con identidad falsa en México, con apoyo de una red criminal internacional, después de la caída del régimen de su padre y la muerte de éste.(Proceso/Azteca-Noticias-Notimex/Terra)