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WASHINGTON D.C., 19 de abril.- «Sin la ayuda de préstamos yo no hubiera podido estudiar. Por eso es que es tan importante todo lo que el presidente ha hecho por aumentar el acceso a financiamiento». Eso es lo que piensa Lynette Acosta, que se presenta en un vídeo de campaña como «voluntaria para el presidente Obama». El propio mandatario concluye la grabación diciendo: «Soy Barack Obama y apruebo este mensaje».
En plena campaña, en Dearborn, Michigan, Barack Obama se fue a sentar en el autobús en el que Rosa Parks, una negra, se negó a ceder su asiento a un hombre blanco en 1955. Leer más.
El testimonio de Acosta es parte de la estrategia del presidente de Estados Unidos de cara a su posible reelección en noviembre. Bajo el título «Esta elección sí importa», Obama se dirige al electorado latino con una serie de anuncios publicitarios en español.
«Por primera vez sentí que teníamos un presidente que entendía mi historia», asegura en otro de los vídeos Ernesto Apreza, un joven de Las Vegas, que cuenta que sus padres «tuvieron que dejar la escuela» para que su familia «sobreviviera». «Las becas escolares son muy importantes para la comunidad latina», insiste Daniella Urbina, de Colorado, que coincide con Apreza en que Obama «entiende como es no tener todo lo que tienen los demas».
La nueva ofensiva, bautizada «Latinos por Obama», con cuatro anuncios de radio y televisión difundidos en español en los estados de Florida, Nevada y Colorado, pone de manifiesto el papel «decisivo» que otorga la campaña de Obama al voto de los hispanos. «No es un secreto que serán el factor decisivo en esta elección», dijo desde Chicago por teleconferencia Jim Messina, director nacional de la Campaña «Obama para Estados Unidos».
{youtube}ehhcYUkeVOg{/youtube}Los casi 50 millones de hispanos son la minoría más numerosa y de crecimiento más rápido en EE.UU., pero sólo nueve millones de ellos están habilitados para votar. En 2008, cuando Obama obtuvo el 67% del voto hispano fue el nivel más alto de apoyo para un candidato demócrata desde que Bill Clinton recibiera el 72% de los votos latinos en 1992. Los hispanos son el 17% de la población de EE.UU., pero son el 46% de la población en Nuevo México; el 38% en Texas; el 37% en California; el 30% en Arizona; el 26% en Nevada; el 23% en Florida y el 21% en Colorado.