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DAMASCO, 26 de mayo.- Unos 110 civiles, la mitad niños, murieron el viernes a manos del ejército en la ciudad de Hula, en la provincia de Homs, según denunció el opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. Los fallecidos fueron víctimas de ataques de artillería del ejército y de disparos de francotiradores fieles al régimen.
La masacre desató un éxodo masivo de supervivientes hacia otros puntos del interior del país árabe. La noticia no pudo ser verificada de forma independiente ante el bloqueo mediático impuesto por el régimen de Bashar al-Assad.
"Algunas víctimas murieron en el bombardeo y otras fueron masacradas a cuchillo. Familias enteras han sido asesinadas en un acto que recuerda a la Edad Media", según el comunicado del CNS. Fotos de la protesta en Homs, ayer viernes. (Reuters)
Tras la masacre, el Consejo Nacional Sirio (CNS), que agrupa a numerosos sectores de la oposición, exigió una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU para determinar quiénes son los responsables.
Un equipo de observadores de Naciones Unidas llegó este sábado a Hula para tratar de averiguar lo que pasó. En el área se escucharon disparos y explosiones a la llegada de la misión internacional, señaló el propio grupo en un comunicado.
Hula se encuentra en la provincia de Homs, uno de los epicentros de la revuelta contra Al Assad. El ataque supone una violación flagrante de los términos del alto el fuego comprendido en el plan de paz formulado por el mediador de la Liga Árabe y Naciones Unidas, Kofi Annan.
El régimen de Damasco reprime con brutal violencia desde hace casi 15 meses a la oposición, en lo que comenzó como un movimiento de protesta pacífico en marzo de 2011 y luego se convirtió en resistencia armada. (DPA)