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Martes 25 de septiembre.- Millones de adolescentes, y otros no tan jóvenes, saben lo que es el acné. De los cientos de productos que aseguran ser eficaces, muy poco en realidad lo son. Hasta ahora... De acuerdo con un equipo de la Universidad de California-UCLA y la Universidad de Pittsburgh (EE.UU.) parece que un tipo de virus inofensivo que habita en nuestra propia piel está diseñado de forma natural para eliminar las bacterias que provocan el acné. De momento, los expertos han encontrado 11 versiones diferentes de este virus, de la familia de los fagos, que parecen tener este poder.»»»
Utilizar un virus que, naturalmente, se alimenta de la bacteria que causa las espinillas podría ofrecer una nueva herramienta prometedora contra las cicatrices físicas y emocionales del acné severo, señala Robert Modlin, director del trabajo que se publica en mBio, quien recuerda que el acné afecta a millones de personas, en algunosempeorando profundamente su calidad de vida.
El acné se desencadena cuando los folículos pilosos se obstruyen con una sustancia aceitosa llamada sebo, que produce el cuerpo para detener que el cabello y la piel se resequen. Sin embargo, estas bacterias inofensivas, como Propionibacterium acnes, que viven en la piel puede contaminar e infectar los folículos tapados y los fagos parecen ayudar a detener este efecto.
Cuando los científicos secuenciaron el ADN codificante de los fagos, vieron que, además de compartir la mayor parte de su material genético, todos los virus todos tenían en común algunas de las características claves. Así, todos portan un gen que produce una proteína llamada endolysina -una enzima que se cree que destruye las bacterias rompiendo sus paredes celulares-.
Y, a diferencia de los antibióticos, que destruyen a muchos tipos de bacterias «buenas» como las que viven en nuestro intestino, los fagos están programados para atacar sólo estas bacterias específicas.
Jenny Kim, de UCLA, señala que «los antibióticos como la tetraciclina se usan tan a menudo que muchas cepas del acné ya han desarrollado resistencias, y algunos medicamentos, aunque son eficaces, pueden producir efectos secundarios, lo que limita su uso». Así, los fagos podrían convertirse en una terapia personalizada con menos efectos secundarios.
En este sentido, Hermione Lawson, de la Fundación Británica de piel, dijo a la BBCC que «esta noticia es muy emocionante, ya que no existe cura para el acné». (ABC)