MEXICO, D.F., 10 de junio.- Un camuflaje efectivo al 100% aún está lejos de ser una realidad –pero los ensayos generales para la desaparición han descubierto nuevas aplicaciones para viejas técnicas.

Probablemente los fans de Harry Potter estarán esperando a que abra la preventa de una capa de invisibilidad, pero se trata más de un tipo de refracción óptica llamada por los especialistas “óptica transformativa”, mas apta para usos militares o de contraespionaje que de un arte mágica. Sin embargo la magia no está totalmente exenta de aparecerse en las tecnologías de la invisibilidad, como veremos.

La idea detrás de la óptica transformativa es la habilidad para “doblar” la luz alrededor de una región del espacio para hacerla “desaparecer” ocultándola. En una primera generación se utilizaron metamateriales, sustancias sintéticas con propiedades ópticas no presentes en la naturaleza –pero hacerlas tan maleables y portátiles, digamos, como para que un soldado las lleve al campo de batalla, es aún imposible, o al menos muy peligroso.

Las primeras “capas de invisibilidad” funcionaron en una sola frecuencia de microondas, y generaciones posteriores podían funcionar en frecuencias más amplias del espectro óptico, aunque sólo conseguían ocultar pequeños objetos, no un humano. Hasta ahora.

John Howell y Benjamin Howell de la Universidad de Rochester demostraron que es posible ocultar enormes objetos a través del espectro óptico utilizando una técnica sumamente simple que ha sido empleada por los magos profesionales para desaparecer aviones o elefantes en el escenario: en lugar de utilizar complejos metamateriales para doblar la luz, los Howell simplemente crearon una serie de lentes y espejos para “doblar” la luz alrededor del espacio que querían ocultar.

En la imagen podemos ver que el espejo “hace desaparecer” la silla desde la posición del observador. Los investigadores afirmaron que es posible crear un dispositivo similar para ocultar un humano e incluso un satélite en órbita sobre la Tierra, aunque han de afirmar también que “no es tan conveniente [aún] como la capa de Harry Potter.”

Pero esta tecnología se encuentra con un punto débil muy importante: sólo funcionan en una dirección, o asumiendo que el observador no se moverá de su lugar. Los espejos aún pueden funcionar para ocultar satélites. Lo paradójico del caso es que si una compañía o gobierno utilizara con éxito esta tecnología para ocultar sus satélites (o incluso armas de destrucción masiva en tierra para hacerlas indetectables a la vigilancia satelital), probablemente nadie se enteraría. (Agencias)