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México, D.F., 15 de julio de 2015.- Heredero de un oficio practicado por su familia desde hace más de una centuria, Feliciano Lavadores Tamayo mantiene viva la tradición de elaborar las alpargatas chillonas, el calzado que acompaña a la indumentaria del varón como parte del traje regional yucateco.
Con más 45 años de experiencia en este trabajo artesanal y 70 de edad, don Feliciano es uno de los 174 expositores que participan en la edición 2015 de la Semana de Yucatán en México, muestra gastronómica y cultural que se realiza en el pabellón oriente del Palacio de los Deportes de esta capital.
“Estudié para contador privado, luego empecé a estudiar para funcionario bancario, pero más me gustó el oficio de mi padre y es lo que seguí”, relata el gentil hombre mientras elabora un par de alpargatas con martillo en mano, apoyado sobre un banquillo de madera.
Su local en la exhibición está provisto de más de mil pares de zapatos de diferentes tamaños y colores, colocados en el frente y los costados, además de otra cantidad que resguarda en compartimentos.
Don Feliciano recuerda que ya han pasado más de nueve lustros desde que su padre le enseñó este honroso modo de vida, el cual su abuelo comenzó hace más de cien años.
“Comencé a trabajar en el mercado, mi abuelo me empezó a llevar cuando tenía como unos 10 años. Cuando ya tenía 17, me dediqué a aprender el oficio”, comenta.
El experimentado comerciante, quien ha recorrido varias regiones de México para ofrecer su producto, asegura que “en ningún otro país del mundo se fabrican estas alpargatas, porque sólo en Yucatán se baila la vaquería.
“Le llaman las chillonas porque están hechas de tres capas de cuero que al caminar se van luyendo y es lo que hace que chillen y sirve para que se taconee. El tacón tiene que ser de puro cuero porque al bailar es lo que hace que suene el zapateo que hacen los jaraneros”, explica, con las manos ocupadas en sus ademanes.
Haciendo cuentas con los dedos, concluye que un tacón puede ocupar hasta 10 capas de cuero, mientras que la suela lleva tres y media. Agrega que una alpargata terminada puede llevar hasta 70 clavos.
Don Feliciano ha tomado parte en la Semana de Yucatán en México desde 2013, año en que el Gobierno del Estado retomó la realización de este emblemático evento en la capital mexicana.
“Es el tercer año que estamos aquí en la Semana. Nos ha ido bastante bien en lo que es la venta, por eso seguimos asistiendo. Si Dios nos permite vida y salud, aquí estaremos para el siguiente.
“Trajimos buena cantidad de alpargatas, chanclas, zapatos bordados de dama, niña y caballero. Posiblemente tengamos que resurtir, porque se van gastando las medidas. Lo bueno es que tenemos en existencia en Mérida”, asegura.
De su calzado, los números tres, cuatro y cinco de mujer son los que más se venden y de varones, los cinco, seis, siete y ocho, según platica el mercader, quien recientemente estuvo en las ferias de San Marcos y de León, animado por “abrir nuevas plazas de mercado”.
Sergio Moisés Lavadores May, uno de los ocho hijos que tuvo con su esposa Teresita de Jesús, se interesó en continuar esta labor y actualmente ocupa un local en el mercado “Lucas de Gálvez” de Mérida, en tanto que los demás tienen diferentes profesiones.
Impulsado por el deseo de obtener mayores ingresos para ayudar a sus nietos a cursar sus carreras, don Feliciano encomendó el puesto de la plaza a su hijo y se animó a salir a otros estados, en donde incluso ha encontrado clientes mayoristas.
“Yo comencé a venir a México hace más de 12 años, desde ahí conozco una señora que tiene tienda en México y estaba buscando quién fabrica alpargatas y cuando me preguntó yo le dije, llegó usted con quien lo fabrica”, narra.
Ahora, don Feliciano ya está esperando la visita de ella y otros clientes asiduos de la región centro, quienes acuden a él cuando llega a las ferias, amén de nuevos compradores.
“Un muchacho que dice que es bailarín se acababa de llevar unas alpargatas, es más, me dijo que va a traer a sus compañeros y le digo que aprovechen para que se surtan y no paguen flete desde Mérida”, cuenta.
Como parte de las facilidades que se da a los expositores para que asistan al evento, la Secretaría de Fomento Económico (Sefoe) absorbe el costo y la logística de traslado de las mercancías.
Ante la pregunta “¿Cuando encuentra gente de nuestro país que se interesa, a pesar de que, como usted comenta, no se usa y no se conoce tanto la alpargata por aquí, siente orgullo de ser un representante de Yucatán en México?”, él responde: “Definitivamente sí, uno siente esa alegría de continuar…”, enmudece, sonríe, baja la mirada, prepara la garganta y se disculpa entre lágrimas de emoción que se le escapan con la jarana de fondo.