México (15 de octubre).- Para quienes padecen cáncer el reto no solo es vencer a la enfermedad, sino lidiar con sus consecuencias. El estigma que predomina entre los empleadores es que las personas con la enfermedad se vuelven improductivas, por lo que muchas veces deciden concluir la relación laboral, aseguran expertos.

“Hay muchos patrones que cuando observan que la gente deja de dar resultados, despiden, aun cuando incurren en un hecho injustificado por el cual pueden enfrentar demandas”, señaló José Alfredo de la Rosa, director general la firma De la Rosa Abogados Asociados.

En el caso concreto de cáncer de mama, cuatro de cada 10 mujeres en promedio fueron víctimas de discriminación laboral en 2013, según datos de la fundación Edificando Vidas, organismo que brinda apoyo integral a pacientes con cáncer.

Al ser un padecimiento crónico que puede requerir varios días de incapacidad, muchas empresas no están dispuestas a cubrir esa prestación por largo tiempo. De fondo lo que preocupa es que por faltas o una posible recaída la persona sea “menos productiva”, dijo De la Rosa.

En caso de discriminación… Hay una falta de cultura en temas de salud dentro de las empresas, que justifican la discriminación bajo el entendido de “si la persona ya no se desempeña igual,es mejor que ocupe ese lugar un desempleado que puede ser productivo”, señaló Vida Téllez Lino, directora general adjunta de quejas en el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).

Un empleador puede terminar la relación laboral a causa de una enfermedad si ésta pone en riesgo a otros trabajadores, según lo establecido en el artículo 47 de la Ley Federal del Trabajo, en causas de recesión laboral. Si no hay tal escenario, se incurre en un acto injustificado, aunque el patrón argumentará la salida del empleado por cualquier otro motivo.

“Como trabajadores se conocen las reacciones de los patrones, así que lo importante en una enfermedad es anticiparse. Hay que pedir asesoría antes de concluir una incapacidad para saber cómo actuar en caso de despido”, sugiere De la Rosa.

Los procesos de demanda contra una empresa se deben centrar como ‘despido injustificado’. “La persona no tiene por qué decir ‘me corrieron’ por enfermedad y luego entretenerse en explicarla”, agregó.

El sólo hecho de recibir un trato diferente como empleado es motivo para presentar una queja y desahogar dudas respecto a si la empresa te discrimina por motivos de salud, señaló la representante de Conapred.

Las denuncias ante el organismo relacionadas a condiciones de salud están en el segundo lugar, sólo superadas por temas de discriminación por discapacidad.

“A las empresas se les olvida que las enfermedades pueden ser producto de factores externos a la persona, y que cada empleado reacciona distinto a un tratamiento, no implica que será menos productivo y mucho menos que se le pueda discriminar”, subrayó Vida Téllez.

Las empresas deben colaborar no solo con campañas preventivas o de concientización, sino también con esquemas laborales flexibles, advirtió. “Una mujer puede ir a su quimioterapia y trabajar desde casa, lo único que podría impedir continuar con su vida laboral es falta de sensibilización”.

Alertó que Conapred puede orientar a los empleados para identificar si las sospechas sobre discriminación son reales y saber cómo actuar. Téllez sugirió que al ser diagnosticado con un cáncer, por ejemplo, hay que buscar una figura de confianza en el trabajo, es decir, un colega que puede respaldar y asesorar en lo laboral, cuando la enfermedad se torne difícil.- (Agencias)