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En caldos, panuchos, salbutes y otros platillos regionales, la carne de pavo es indispensable en la dieta de los yucatecos. Es un ave que forma parte de la cultura (me late que comeremos pavo, se dice ante la sospecha que los enamorados irán al altar) y del deporte, al grado que el próximo domingo 19 se realizará su tradicional carrera de cinco, diez y veintiún kilómetros.
El empresario Roberto Reyes Rivas, gerente de las granjas de Tur King apunta que Yucatán tiene el mayor consumo per cápita de carne de pavo en el país y es el segundo productor nacional del ramo, debajo de Chihuahua.
Sin embargo, 70% del pavo que se consume en Yucatán y en el país proviene de otras naciones.
Gerardo Abraham, Pedro Cabrera y Roberto Reyes hablan del nuevo rastro TIF
Por ese motivo, empresarios locales sostienen pláticas con la Fundación Produce Yucatán, a fin de convertir en realidad un anhelado proyecto: construir, mantener y operar el primer Rastro Tipo Inspección Federal de Yucatán, dedicado exclusivamente a procesar pavos.
En México sólo hay un rastro TIF de aves: está en Chihuahua y es de Pavos Parsons. Sin rastro TIF, no hay ninguna posibilidad de acceder a los mercados nacionales e internacionales, explicó Reyes Rivas.
En un recorrido por las granjas de pavos Juan Pablo II, que Tur King tiene en la comisaría meridana de Sierra Papacal, el empresario explicó que, con un rastro TIF, los productores locales de pavo entrarían al gran mercado de hoteles y restaurantes de la Riviera Maya y, además, podrían atender al mercado nacional, exportar a Cuba, a El Salvador y a otros países de Centroamérica que desde hace años demandan la producción mexicana.
El pavo es un ave perfecta para el clima local. Su adaptación es increíble y los yucatecos tienen vocación para los pavos; los criaban en el traspatio y los engordaban para fechas especiales, añadió.
En las granjas de Sierra Papacal se puede constatar la higiene en el manejo de las aves, las cuales, por cierto, tienen un tamaño estándar y ya están listas para acompañar las reuniones familiares, en la próxima cena navideña.
Gerardo Abraham Goff, socio de la empresa avícola, relata que Tur King es una empresa que se formó hace cinco años. En sus dos primeros ejercicios tuvieron números negros, pero en 2007 se juntaron un ciclón, la devaluación del peso frente al dólar y el lío mundial de la producción de etanol, que disparó el precio del maíz.
"La empresa quebró, pero nos volvimos a levantar y en los últimos tres años hemos logrado mantener nuestros niveles de producción, que es lo más importante, porque te permite la planeación del crecimiento".
"A diferencia de las ganaderías de ovinos, porcinos y caprinos, la cría de aves enfrenta mil variables, como los ciclones, las enfermedades, los alzas internacionales de precios... Es un negocio de alto riesgo y si consigues el producto terminado, descubres que no tienes dónde vender: un pavo vivo sólo se puede vender en un mercado pero sin un rastro TIF no puedes procesar el pavo que tiene mercado seguro en supermercados, hoteles y restaurantes", agregó.
Gerardo Abraham abundó indicando que por ese motivo, se han fijado el objetivo de concretar en los próximos meses el primer Rastro TIF para la línea de pavos, una inversión que, de entrada, duplicará la generación de empleos en las comisarías meridanas del norte, donde se ubican las granjas de Tur King y también duplicará la producción.
"Consideramos que la Fundación Produce Yucatán es el puente que nos permitirá concretar un proyecto que detonará la creación de fuentes de empleo, pues ya con un Rastro TIF, el siguiente paso es impulsar las aparcerías en las comisarías: nosotros daremos las crías, el alimento y la capacitación a las familias del campo y éstas tendrían la venta asegurada, a buen precio, de sus pavos".