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El padecimiento conocido como reumatismo extra-articular abarca un amplio grupo de enfermedades de origen no siempre inflamatorio y cuyo común denominador es el dolor y la rigidez posterior al reposo y constituye el 30% de las causas de consultas médicas tanto a nivel familiar como de especialidad, informó el Dr. Jacinto Herrera León, medico especialista en reumatología del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Yucatán.
Los reumatismos de tejidos blandos, explicó, son comunes en nuestro medio y se caracterizan por afectar a los tendones, ligamentos o bursas. Esta variedad de tejidos los podemos encontrar en los hombros, codos, rodillas y pies por mencionar algunas partes; funcionan como amortiguadores” naturales de los traumas o golpes durante nuestra vida cotidiana, manteniendo estables las articulaciones.
“El 80% de los trabajadores que presentan este padecimiento, ameritan incapacidad que va de dos a 20 días, de acuerdo al sitio y diagnóstico que establezca el médico tratante”.
El Dr. Herrera señaló que las características clínicas que orientan al diagnóstico son: dolor y sensibilidad en zonas específicas (hombros, codos, muñeca de la mano, talón de pies, cuello y parte baja de la espalda.) de evolución lenta y progresiva; la zona de dolor está al alcance de nuestras manos; se presenta principalmente en el transcurso de la noche y mejora con actividad física discreta. El hombro, junto con la espalda, es el sitio que más frecuentemente se ve afectado por problemas extraarticulares localizados.
El especialista comentó que a pesar de los avances desde el punto de vista de laboratorio y gabinete, el estándar de oro para un acertado diagnóstico seguirá siendo una buena historia clínica y exploración de la zona. Si a pesar de todo ello quedara duda, las nuevas técnicas ultrasonográficas de tejidos blandos, permitirían esclarecer el problema.
Una vez establecido el diagnóstico, el tratamiento estará orientado a contrarrestar los síntomas y signos como el dolor y la inflamación a través de medicamentos desinflamatorios no esteroideos (AINEs), reducir parcialmente la movilidad de la zona afectada y en algunas ocasiones se realizan infiltraciones con esteroides de depósito.
También son de utilidad las medidas de fisioterapia y rehabilitación, como la termoterapia, electroterapia, ultrasonografía, parafina y mecanoterapia.
Es oportuno destacar que el impacto socio-económico de estas patologías es muy alto, toda vez que afecta en la mayor de las veces a gente en edad productiva laboral y que por ende requiere limitar su actividad de forma temporal, ya sea a través de una incapacidad institucional o en el peor de los casos dejar de asistir, sin respaldo económico alguno cuando se trata de empleos dentro de la economía informal.
Este tipo de patologías pueden ser manejadas de forma adecuada por los Médicos del primer nivel, todas vez que en las Unidades de Medicina Familiar se cuenta con los medicamentos idóneos. Lo importante es el conocimiento de la enfermedad y la implementación de las medidas terapéuticas y de apoyo orientadas para reducir el tiempo de dolor.
Si el paciente acata las instrucciones del médico, sólo una minoría requerirá de la participación del especialista en reumatología, nivel en el que se decide la aplicación de los esteroides de depósito intralesionales y en su caso realiza el envío a fisioterapia para la aplicación de recursos como la termoterapia, electroterapia, ultrasonografía, parafina y mecanoterapia.
En conclusión, el tener un dolor músculo-esquelético y llegar a un diagnóstico certero no es tarea fácil en manos inexpertas, ya que si bien pudiera tratarse de un reumatismo de partes blandas, no se descarta la posibilidad de estar frente a la manifestación inicial de una enfermedad más compleja ( Artritis Reumatoide o Espondilitis Anquilosante) que sin la atención oportuna, nos podría llevar a la deformidad o pérdida de la función permanente de algunas o muchas de las articulaciones del cuerpo, por ello es muy importante que ante la presencia de la sintomatología descrita, se acuda al médico familiar a fin de que valore la necesidad de que sea canalizado al especialista.