793 palabras
Recibimos del polémico político yucateco Francisco Solís Peón (a) "Pancho Cachondo", el discurso que el Instituto de Cultura de Yucatán le impidió pronunciar —como acostumbraba hacer desde hacía doce años— el pasado 14 de septiembre durante el aniversario luctuoso de su bisabuelo, Don Antonio Mediz Bolio, presuntamente por estar dedicado al reportero del Diario de Yucatán, Hansel Vargas, denunciado hace unas semanas por la asesora de imagen del gobierno estatal, Gabriela López Gómez. A continuación lo reproducimos íntegro:
Mediz Bolio, humanista libre
Dedico esta intervención al señor Hansel Vargas Aguilar, formador de periodistas.
Hace ya 53 años que nos reunimos a recordar la egregia figura de mi admirado bisabuelo, Antonio Mediz Bolio, sin duda el autor literario más importante que ha dado Yucatán.
Sin embargo quisiera llamar la atención en el sentido de que a más de medio siglo, el mayor error en el que podemos caer en este tipo de ceremonias es precisamente la tentación del lugar común.
Podríamos decir de memoria las inmortales líneas de "La Tierra del Faisán y del Venado", o recitar la estrofa final de "Manelik", y si queremos ponernos un poco más románticos para eso están los primeros versos de "Mater Admirábilis" o los párrafos bucólicos de "A la sombra de mi Ceiba"; todo por supuesto teniendo por telón musical la eterna melodía del "Caminante" del Mayab.
Aún mejor, podríamos enumerar todos los cargos públicos que ocupó Don Antonio a lo largo de su prolífica vida y aderezarlos con su mayismo profundo y legendario.
Pero esto sería únicamente caer en la ronda de las autocomplacencias. La diferencia entre un simple recordatorio póstumo y un verdadero aniversario luctuoso estriba en una conmemoración crítica, como crítico era Mediz Bolio, proponiendo una visión de futuro acorde con el legado de este prócer de las letras universales, hacerlo de otro modo sería traicionar tristemente su memoria.
Si nos situamos en los años cincuenta, cuando mi bisabuelo es relevado de sus responsabilidades diplomáticas y regresa a su país, se encuentra con una nación pujante, carente de libertades pero en vías de conquistarlas todas, podemos decir que en términos de desarrollo institucional estábamos muy por encima del promedio de los países de América latina y de acuerdo a algunos puntos de vista, incluyendo el suyo, no le pedíamos nada a una Europa de la posguerra aún en estado de reconstrucción.
Medio siglo después de la muerte de Don Antonio, arrecian en Yucatán las voces que se quejan de represión y de acoso constante, lo mismo periodistas que poetas, lo mismo escritores que líderes de opinión. Y es que bajo el autoritarismo las letras simplemente no florecen, así lo plasmó el propio Mediz Bolio en su genial pero poco recordado "Romance de España en mí".
Mediz Bolio creía en la libertad como el frondoso tronco de inteligencia y sentimiento, del cual emanaban las innumerables ramas del conocimiento humano; sin libertad no hay imaginación, no hay expresión verdadera, no hay belleza intelectual posible.
En estos tiempos de diversidad, "posmodernidad exacerbada" le llamarían algunos, debemos asumirnos como una sociedad igualitaria a fuerza de libertad, o sea, intransigentemente justa a partir de querer intransigentemente todas las libertades para todos.
Si algo sabía mi bisabuelo era que las tentaciones autoritarias no tienen más sello que el ejercicio desmedido del poder, tan represor podía ser Porfirio Díaz como Salvador Alvarado y tan buenos estadistas los dos, Mediz Bolio fue funcionario en ambos regímenes y mantenía una admiración racional por ambos personajes. Porque antes que nada, antes que poeta, antes que político, antes que yucateco universal, Mediz Bolio se asumía así mismo como un hombre libre que combatía la opresión de cualquier signo en cualquier rincón del mundo.
El mismo Antonio Mediz Bolio, que fue amenazado en el porfiriato, perseguido por los revolucionarios, exiliado por Huerta, alejado por el maximato, soslayado por los gobiernos posrevolucionarios y al final, ¡Homenajeado, laureado y recordado esta noche por todas las generaciones de yucatecos que aspiramos a vivir como hombres libres!