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ABU DHABI, Emiratos Arabes Unidos, 1 de noviembre.- De manera cardíaca, México obtuvo el pase a semifinales tras vencer a Brasil en penales 11-10, luego de empatar a un gol en tiempo regular.
Con el triunfo, el Tricolor espera en semifinales al vencedor del encuentro entre Argentina y Costa de Marfil, que juegan este sábado.
Con el nervio a flor de piel. Así mantuvo México el encuentro de cuartos de final ante un Brasil que en esta ocasión no se vio tan dominante a la ofensiva como en partidos anteriores.
Desde un inicio, México tomó la iniciativa del encuentro, controlando el esférico y no permitiendo a su rival adelantar líneas. Algunas aproximaciones que no pudieron ser concretadas por parte de ambos equipos, aunque pasada la primera media hora de juego el cuadro sudamericano encontró la fórmula para contrarrestar el dominio azteca.
Casi al finalizar los primeros 45 minutos, Govea envió un centro dejando a Iván Ochoa mano a mano contra el guardameta; sin embargo, el jugador de los Tuzos estrelló su tiro en el cuerpo de Marcos, quien con ello impidió el tanto.
Posteriormente vino la respuesta brasileña por partida doble con disparos de Indio y Caio, el primero de ellos que cimbró el travesaño y el segundo que salió apenas desviado.
Ya en la parte complementaria, México y Brasil protagonizaron un cotejo ríspido y muy parejo, aunque por momentos fue la ‘Verdeamarelha’ la que tuvo las opciones de mayor peligro, sobre todo cuando se trataba de centros al área; no obstante, la defensa mexicana se mantuvo ordenada.
Al minuto 80 y tras una serie de rebotes, Iván Ochoa empujó el esférico para alimentar las ilusiones tricolores, lo que hizo explotar al estadio Al Rashid en Duabi, en el que un grupo de mexicanos se dieron cita para apoyar a los pupilos de Raúl Gutiérrez y hacerlos sentir como en casa.
Cinco minutos más tarde la defensa mexicana no pudo despejar correctamente un balón en el área, situación que aprovechó Nathan para vencer a Gudiño con un disparo potente.
El partido culminó con empate a uno, por lo que el vencedor se definió desde los once pasos. El yerro de Ulises Rivas, por México, y de Gabriel, por Brasil orillaron a la muerte súbita.
Luego de diez penales, el portero Gudiño atajó correctamente el tiro de Mosquito, por lo que el futuro de México quedó en los pies de Alex Díaz, quien cobró de manera perfecta para vencer a Marcos y convertirse así en el héroe de la Selección Nacional. (Agencias)