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SEÚL, Corea del Sur, 1 de enero de 2013.- El hombre fuerte de Norcorea, Kim Jong-Un, ofreció ayer a través de la radio y la TV el primer mensaje de Año Nuevo que emite el país en 19 años en que abogó por el fin de la enemistad con Corea del Sur .
El 2013 será un año “de grandes creaciones y cambios, que provocarán un vuelco”, prometió Kim, quien heredó de su padre hace poco más de un año las riendas de la nación comunista. Kim recuperó la costumbre de su abuelo Kim Il Sung, de realizar un discurso con motivo del Año Nuevo. El adorado fundador del país murió en 1994. Su hijo y sucesor Kim Jong Il casi nunca realizó estos discursos y durante su mandato los objetivos de cada año se exponían en el editorial de los diarios oficiales.
En un mensaje televisado sorpresa con motivo del Año Nuevo, el dirigente norcoreano, Kim Jong-un, ha hecho un llamamiento a poner fin a la confrontación entre las dos Coreas, que técnicamente siguen en guerra ante la falta de un acuerdo de paz que cierre el conflicto que mantuvieron entre 1950 y 1953.
En un discurso, Kim Jong exigió un vuelco que convierta al país “en un gigante económico” y pidió “acabar con la confrontación entre el Norte y el Sur”, aunque no dio ningún detalle más al respecto. Más bien, subrayó la exigencia de Pyongyang de que se apliquen los acuerdos intercoreanos de 2000 y 2007, que calificó de “grandes programas de reunificación”.
Norcorea rompió el contacto con el presidente saliente surcoreano, Lee Myung Bak, distanciado de la política de acercamiento de sus predecesores. (dpa)