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Ucrania (22 de junio).- “Estamos aguantando. Los ucranianos atacaron nuestras posiciones ayer y los echamos atrás. Matamos a muchos. Ahora esperamos un nuevo asalto”, cuenta Denis, al frente de unos 50 rebeldes prorrusos en una colina de Siversk, en el este de Ucrania.
“Los ucranianos disparan con morteros, con artillería y con carros de combate”, añade Denis, de 40 años. “Menos mal que el tiempo es malo, si no también nos enviarían a la aviación”.
La mención del alto el fuego unilateral de una semana anunciado el viernes por el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, provoca una serie de insultos por parte de los combatientes que lo rodean.
Los rebeldes prorrusos han fortalecido su posición cavando trincheras. Disimulado bajo un árbol, un carro de combate, con el cañón apuntando a posiciones ucranianas, a tres kilometros de distancia, es el principal elemento de su dispositivo militar.
“Ha habido combates no muy lejos de aquí, cerca de Lisichansk. Tomamos este tanque y cinco vehículos blindados de transporte de tropas al ejército ucraniano. El tanque estaba estropeado, pero en tres días nuestros mecánicos lo arreglaron”, afirmó Mijail, de 44 años, el conductor del tanque en el que han dibujado una bandera rusa.
Un poco más lejos, se divisan dos vehículos blindados ligeros y un cañón antieaéreo montado encima de un cañón. Unos coches y camiones que transportan a hombres en armas suben regularmente hacia la primera línea procedentes de Siversk, un pequeña ciudad de tres mil habitantes.
La artillería ucraniana dispara algunos obuses, que caen lejos de las posiciones rebeldes. Los prorrusos responden con un cañonazo. Unos árboles arrancados en el interior del campo muestran que la artillería ucraniana a veces es más precisa.
Siversk se encuentra al oeste de Slaviansk, uno de los bastiones de los separatistas prorrusos, cercado por los ucranianos. Las fuerzas ucranianas avanzaron en esta zona, después de haber retomado a los rebeldes la ciudad vecina de Krasnii Limane, tras una operación con muertos el 5 de junio. Las fuerzas ucranianas parecen querer reforzar sus posiciones en esta región para aislar todavía más a Slaviansk.
Luchar contra los ‘fascistas’
El portavoz de la operación militar lanzada por Kiev para retomar el control del este, Vladislav Seleznev, afirmó que 200 rebeldes murieron en los últimos días en los alrededores de Siversk, paso estratégico según él para el suministro en armas y municiones de Slaviansk por parte de los prorrusos.
Un rebelde explica a un joven cómo utilizar una ametralladora. “Tienes que apretar así para que no se mueva mucho”, insiste, mostrando cómo hacerlo. “Algunos de nuestros combatientes son muy jóvenes. Este ni siquiera ha hecho el servicio militar”, indica Denis, jefe del grupo.
Los rebeldes admiten sin rodeos la superioridad numérica de las fuerzas ucranianas y afirman no recibir ayuda militar por parte de Rusia. “Solo recibimos ayuda humanitaria y medicamentos.
“Rusia no puede ayudarnos militarmente y enviar sus tropas. Es lo que espera la OTAN para enviar a sus soldados a Ucrania”, afirma Andrei, de 31 años, que está preparando municiones para la ametralladora pesada.
¿Tienen posibilidades los insurgentes frente a la superioridad técnica de las fuerzas ucranianas?
“Resistiremos. Mis dos abuelos murieron durante la Segunda Guerra Mundial. Luchaban contra el nazismo. Continúo con su combate”, afirma Andrei, quien, al igual que todos los rebeldes, califica a las autoridades pro europeas de Kiev de “fascistas*”.- (Agencias)*