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Para nadie es un secreto que la ciudad de Mérida es sitio obligado de todos los campechanos con capacidad adquisitiva, quienes semana a semana acuden a surtirse de ropa y calzado a precio más bajo que el que se vende en todo el territorio campechano. Sin duda alguna los nacidos en la llamada "tierra del pan de cazón" aportan su granito de arena para el desarrollo del comercio en Yucatán.
De ahí la preocupación de esa noticia negativa que circula en todos los medios de información escritos y electrónicos en el Estado de Campeche, que ahora viajar a Mérida es un riesgo pues se ha convertido en el epicentro de la influenza humana, antes porcina.
Se dice que ahí, su gobernadora, Ivonne Ortega, no ha tomado las medidas necesarias para evitar que esta enfermedad se propague cada día con más intensidad, y que, incluso, no hay operativos efectivos en los límites con Campeche y Quintana Roo, terminales de autobuses de pasajeros ni en el aeropuerto internacional.
Si bien la población es mucho más en Yucatán, sí es digno de alarma que hasta el momento se registren 46 casos, con nueve municipios más afectados, pero sobre todo con tres casos que se consideran de pronóstico reservado, y que no es otra cosa que enfermos casi terminales.
La capital yucateca, sin duda alguna, es sitio turístico no sólo nacional, sino también internacional. De ahí deriva el miedo de dar a conocer los avances reales de esta pandemia que amenaza a un pueblo noble y trabajador, pero de no tomar las medidas conducentes, puede costar más vidas que traerán dolor a las familias de ese territorio.
Los campechanos, acostumbrados a salir los fines de semana a visitar las atractivas plazas comerciales de Yucatán, ahora están optando por invertir un poco más y viajar por lo menos una vez al mes a Cancún, Quintana Roo, ante el temor que da el contagio de una enfermedad tan peligrosa como la influenza humana.
La gobernadora de Yucatán, sin duda alguna, debe tomar medidas más duras para combatir la propagación de la gripe, no olvidando que ataca a jóvenes y niños y que hoy por hoy es una amenaza real a la economía del pueblo que la eligió.
Si bien el turismo es importante, más importante es la salud de los yucatecos, y bajar los índices de enfermos y mostrar al mundo las medidas sanitarias de control sin duda alguna darán certidumbre para continuar visitando la hermosa ciudad de Mérida, que ofrece tantos atractivos para los que vivimos fuera.