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La mayoría de las veces, las infecciones respiratorias agudas se presentan en forma leve; pero hay que prestarles mucha atención, especialmente cuando el enfermo es menor de dos meses, tiene bajo peso o presenta problemas de desnutrición; ya que esto favorece el riesgo de complicaciones y con ello se aumenta las posibilidades de muerte.
Las IRAS son más frecuentes cuando se producen cambios bruscos en la temperatura y en ambientes muy contaminados. En promedio, en el área urbana un niño presenta entre 5 y 8 episodios de IRAS por año y los síntomas son los siguientes:
Tos, nariz tapada y con mocos, dificultad para respirar, lo que obliga a la persona a inhalar de manera rápida y agitada, e incluso el enfermo trata de respirar por la boca, dificultad para tragar, dolor de garganta y de oído, fiebre, ronquido, quejido o silbido en el pecho cuando toma aire.
Los signos de alarma en un niño con Infección Respiratoria Aguda, y que indican que puede tener neumonía, en cuyo caso deberá acudir inmediatamente al médico, son: dificultad respiratoria —se le hunde el pecho—, aumento de la frecuencia respiratoria -respiración rápida-, fiebre persistente o hipotermia —su piel está fría—; dificultad para beber; que el niño se vea grave, se pone pálido, azul o morado.
Durante el año en curso, los especialistas del IMSS Yucatán han otorgado nueve mil 466 consultas por infecciones agudas de las vías respiratorias superiores, la mayor parte, mil 836, en menores de 1 a cuatro años de edad, seguidas por el grupo de 30 a 39 años, con mil 381 pacientes afectados.
Existen medidas cuya efectividad ha sido demostrada y que deben enfatizarse: Debido a que la probabilidad del contagio es mayor a través del contacto por las
manos con enfermos, que por vía aérea; es recomendable el lavado frecuente de manos, especialmente cuando se cuida a un enfermo; la alimentación con seno materno durante los primeros seis meses de vida, ya que confiere cierta protección contra estas infecciones; evitar el tabaquismo activo y pasivo; evitar exposición a cambios bruscos de temperatura; mantener ventilado el hogar; el seguimiento programado del niño a través de la consulta externa con su médico familiar y el cumplimiento del esquema de vacunación, completando las dosis faltantes y vigilar el crecimiento y desarrollo. Boletín de la delegación del IMSS en Yucatán.