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Claudia Rodríguez
Es un hecho comprobado que el virus de la influenza ha estado presente entre la sociedad mexicana y que al ser una enfermedad de características nuevas a nivel mundial y contagiosa, se tuvieron que tomar y acatar, medidas sanitarias enmarcadas en la emergencia de una pandemia.
No obstante, ante el hecho de que no muchos saben de un familiar o conocido que se viera afectado por el contagio, y tras el relajamiento de muchas medidas de la emergencia sanitaria, ya son varios los mexicanos que hacen gala de algo que nos caracteriza: reírnos de las desgracias o tratar de tomar con humor, las irremediables tragedias. Ya hay los que incluso, no sólo dudan de la verdadera existencia del virus, sino que incluso tienen distintas teorías respecto al porque de esta situación en México, en otras naciones y de la intervención de organismos internacionales del orden sanitario y financiero.
La primera versión que rondó entre el colectivo y que se sigue depurando, es la de que todo fue un asunto político-electoral manipulado por uno o varios grupos con la finalidad de apanicar a los ciudadanos y manipular el sentido del voto, el próximo 5 de julio. Otra teoría que dejaba pensando en su posibilidad y que no sonaba tan descabellada, era la de la guerra bactereológica, provocada por la industria farmacéutica internacional para al final obtener ganancias con la introducción de una nueva vacuna y por supuesto la venta de millones de medicamentos.
De ahí en adelante, se escucha casi de todo. La teoría del bioterrorismo, que implica soltar un virus para exterminar población. La de que en su visita a México, el presidente estadounidense, Barack Obama trajo el virus o que ya estaba en México y por cuestiones de sometimiento, se ocultó la gravedad de la enfermedad. Otra explicación a la presencia del virus de la influenza A, versa en el sentido de que esta gripe es de origen cósmico, es decir, que viene del espacio. Hasta El Chupacabras fue recordado, pues se toma como una teoría de distracción social, frente a problemas realmente serios y que más allá de irse solucionando, se van complicando.
También, muy al principio se dijo que este virus vino de China —paradoja, ante el trato que han recibido decenas de mexicanos en estos momentos en aquella nación. Unos decían que durante los recientes Juegos Olímpicos se produjo el contagio y otros afirmaban que los chinos que radican en nuestro país, eran la fuente indirecta del contaminante patógeno.
Tal vez, involuntariamente, Andrés Manuel López Obrador, se tomará como un escéptico más de la verdadera presencia de esta nueva gripe que llegó al mundo para quedarse. Durante un mitin que él encabezó en la localidad de Tumelte de las Sábanas, Tabasco, hace unos días, Obrador manifestó: “Qué influenza ni que nada, ni que ocho cuartos” y afirmó que el virus que más afecta a los mexicanos es el del “mal gobierno”.
Sí, tal vez, lo de menos es de dónde vengan las tragedias, lo importante sería tener no un buen gobierno, sino uno eficaz y responsable frente a sus gobernados.
Lo peor es que riéndonos de nuestras tragedias, viviendo como títeres de pésimos gobiernos, no hemos conseguido más que relajarnos a ratos.
Acta Divina… El día de ayer, el presidente Felipe Calderón retomó su agenda de giras tras suspenderla por la contingencia sanitaria y durante el 147 aniversario de la Batalla de Puebla, defendió el sistema de salud del país y manifestó que en México se protegió a la humanidad ante el brote de influenza A H1N1: “Afortunadamente, la Federación y los estados de la República se estaban preparando para la eventual llegada de un mal semejante”, señaló. actapublica@gmail.com