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La función de los nutriólogos es evaluar cuestiones nutricionales, determinar si el paciente está en un peso adecuado o inadecuado o si tiene alguna deficiencia en algún nutriente. En general, el nutriólgo evaluará el estilo en lo relativo a la alimentación y en base a ello diseñará y planificará un plan de dieta con ejercicio. Los nutriólogos le llamamos "estilo de vida saludable".
"El nutriólogo orienta, educa y solventa malos estilos de vida que pudieran estar ocasionando alguna enfermedad en la persona", comentó la Licenciada en Nutrición, Vanesa Domingo Bolio, responsable de los programas Diabeducare y Reducare en la Clínica de Mérida.
Las personas acuden aquí principalmente para reducir su peso. En nuestro medio ésa es la principal problemática. Muchos niños son traídos por sus padres preocupados porque tienen sobrepeso. También llegan muchachas que quieren mejorar (bajar) su peso; buscan orientación nutricional. Otras quieren aprender a comer y así mejorar su alimentación. También llega gente con diabetes: necesitan orientación y aprender a comer con la diabetes, adecuándose a un nuevo estilo de vida.
¿Cómo se pueden calificar los hábitos alimenticios de los yucatecos?
—Es muy diverso. La generación de padres jóvenes está más centrada en inculcar hábitos adecuados de alimentación. Quizás recibieron orientación desde más pequeños. Pero, en general, los yucatecos tienen hábitos malos, no muy saludables. El consumo de frutas y verduras es bajo. Comen principalmente harinas y carnes. No hay actividad física: es una población sedentaria. Nos falta mucho a los yucatecos para cambiar a un estilo de vida saludable, mejorando los hábitos alimenticios.
Vanesa Domingo Bolio, Licenciada en Nutrición
Hemos creado un programa de atención integral para gente con sobrepeso. A este programa le hemos llamado Reducare. El paciente que acude a nosotros recibe una valoración completa: es valorado por la nutrióloga, por el médico endocrinólogo y por una psicóloga. Así se le da el apoyo en todos los pilares importantes del manejo de la obesidad.
Estas valoraciones —dependiendo de la sesión en que acude— se obtienen del paciente. Se hace un análisis de química sanguínea y de tiroides para descartar cualquier problema hormonal relacionado con la obesidad.
Se diseña un plan de alimentación individual: en base a costumbres, horarios, dificultades, si compra comida, si trabaja, si lleva el desayuno a su trabajo. Nos adaptamos al estilo de vida de cada paciente, diseñando un plan que sea cómodo para que el paciente pueda aplicarlo y no que "a la primera" deserte porque el programa es irrealista en su vida.
El plan de alimentación individualizado es muy importante. El paciente asiste cada semana o cada quince días —según el caso. Se monitorea la reducción del peso y se le dan sesiones educativas. El paciente aprende estilos de vida saludables. Aprende a seleccionar alimentos, cómo combinarlos, qué hacer en caso de fiestas; se planean las actividades sociales para que el paciente aplique bien el programa de reducción.
Si es necesario, las valoraciones médicas apoyan al paciente con medicamentos.
Al paciente se le lleva de la mano. Por teléfono, durante la semana, el paciente comunica si ha tenido dificultades, cómo se ha sentido; así se le resuelve algún problema imprevisto.
Conforme se va dando la reducción de peso vamos trabajando con metas. Exigimos al paciente llegar a un peso en cierto tiempo. Obviamente, se le estimula y se le dan las herramientas necesarias. Si falla, vamos replanteando metas, viendo cuáles son las dificultades del propio paciente para alcanzar su objetivo.
Se les ofrece también el servicio de acompañarlos al supermercado para que aprendan a seleccionar productos. También hay la opción de ir a la casa del paciente para checar la alacena y ver qué consumen.
¿Qué tipo de dietas existen o cómo se clasifican?
—No hay diferentes tipos de dietas. Ésas son modas para vender algún producto. Se habla de la dieta de la luna, de la toronja y otras tantas más, que son maneras de diferenciarlas. No son dietas equilibradas; prometan reducción permanente de peso, pero... Todas esas dietas con nombre especial o prefijo no son confiables ni son dietas diseñadas para una alimentación saludable. A veces se ve reducción de peso muy marcada, pero es por el desequilibrio de la dieta.
Las dietas se clasifican por la cantidad de calorías que aportan. Dependiendo de la persona se establece si es una dieta de 1200 calorías, 1500 o 1800 calorías. Se diseña en base a la cantidad de calorías.
¿Qué riesgo pueden implicar para las jóvenes las dietas de moda o sin control adecuado?
—El riesgo es muy grande. Actualmente hay mucha presión en la sociedad para ser personas esbeltas. La desventaja es que la población no está informada. Las jóvenes emplean estrategias que funcionan en alguna amiga. Las consecuencias pueden ser muy graves, llegando hasta la hospitalización por una descompensación de la persona. Pueden bajar demasiado sus niveles de potasio. Vienen temblorosas, con taquicardia. Pueden presentar déficit intelectual —bajo rendimiento en los estudios. Cuestiones más graves y severas —como un trastorno de la alimentación acudiendo al vómito para bajar de peso— también suelen presentarse.
El trastorno de la anorexia deviene al disminuir la cantidad de alimentos que se injiere y exagerar el ejercicio, ocasionando, obviamente, una baja de peso sumamente desequilibrada. De graves consecuencias, la anorexia puede desencadenar una enfermedad psicológica y funcional. Son frecuentes, en este cuadro, problemas hormonales: jovencitas con amenorrea o ausencia de la menstruación.
¿A qué edad se ve este problema?
—Generalmente es en la adolescencia, pero cada día se ve más en niñas aún más jóvenes. Hay niñas de diez o doce años que ya se preocupan por su peso. A veces la misma familia presiona o el ambiente de la escuela.
Diabeducare es el otro programa que manejamos. Es exclusivamente para personas con diabetes. Es un programa educativo en el que la gente viene para un entrenamiento porque se le ha diagnosticado diabetes o lleva varios años padeciendo la enfermedad y no sabe cómo cuidarse.
El programa comprende ocho sesiones, en que el paciente viene a aprender cómo cuidar su diabetes: alimentación, ejercicio, monitoreo, chequeo y uso de los resultados. El paciente va adquiriendo una gran cantidad de información que le permite enfrentar la enfermedad.
Próximamente abriremos la Unidad Integral de Atención. Ya no sólo se va a tratar de educación y orientación, sino de atención al paciente. En este mismo lugar podrán recibir atención médica, nutricional y de la psicóloga. Tendrán valoración cardiovascular, de los pies y de los ojos. Los pacientes podrán acudir a este centro a atender toda su enfermedad, concluyó.